Una ballena jorobada de aproximadamente tres toneladas estuvo a punto de tragarse a dos personas que estaban deleitándose del avistamiento de estos cetáceos cuando practicaban kayaks.
La escena se habría se presentado en las costas de California, EE. UU. cerca de la ciudad de San Luis Obispo, en las playas de Ávila Beach.
“Julie McSorley y Liz Cottriel las jóvenes que pasaron el mayor susto de sus vidas salieron ilesas, sin ninguna herida para lamentar”, contaron los medios locales.
Las mujeres manifestaron que pensaron que morirían y que todo fue muy rápido para ellas.
Lo cierto, es que este impactante momento quedó grabado en un video que se hizo viral en redes sociales en donde se ve a la ballena como abre sus fauces y cierra su enorme boca con las jóvenes adentro.
Pero posteriormente, salen expulsadas en una bocanada de agua.
Sobre el acontecimiento, varios biólogos marinos dijeron en medios estadounidenses que “esto sucedió porque las deportistas se atravesaron en la ruta de alimentación de la ballena, debido a que en la zona abundan bancos de peces”.
Lo profesionales recalcaron que “literalmente no podían ser devoradas por la ballena, porque la anatomía de estas, garganta y esófago de estos animales su diámetro es estrecho para una persona. Miden aproximadamente 25 centímetros”.
La ballena jorobada
Según el sitio web ‘Experto Animal’, “las ballenas jorobadas presentan una anatomía muy especial, destacando sus grandes aletas pectorales, llegando a medir una tercera parte que el resto del cuerpo”.
Dice el artículo que “en contraposición, su aleta dorsal es pequeña, mostrando formas que van desde similares a una hoz hasta ser prácticamente imperceptibles”.
“La cabeza de la ballena jorobada es única, siendo nudosa y bastante alargada, presenta unos bultos denominados tubérculos cefálicos que solo están presentes en esta especie”
“Su cola, que sale del agua cuando realiza las inmersiones, presenta un patrón exclusivo de cada ejemplar, en el cual se mezclan el blanco y el negro”, explica la página en un artículo.
El color de su cuerpo es variable en el vientre, van desde el blanco al negro o al moteado, pero en todos estos individuos su dorso es negro.
“La ballena jorobada es un cetáceo de gran tamaño, siendo uno de los torcuales más grandes”.
La hembra “suele medir entre 11,9 y 13,9 metros, con máximos de hasta 15,5”, mientras que “los machos suelen encontrarse en el rango comprendido entre los 11 y los 13 metros, aunque se han registrado ejemplares de hasta 14 metros”.
Hábitat de la ballena jorobada
Los datos señalan que: “Existen poblaciones de ballena jorobada tanto en el hemisferio norte como en el sur. Viven en océanos que se encuentran entre las latitudes 60º sur y 65º norte, realizan una compleja migración anual”.
Durante el verano, vive en mares de aguas más frías, a altas latitudes, mientras que en invierno prefiere movilizarse hasta aguas más cálidas.
“Se suelen distinguir poblaciones en función de su localización, siendo las tres más importantes las presentes en el Atlántico norte, las del hemisferio sur y las del Pacífico norte”.
No es común que las poblaciones de diferentes lugares interaccionen entre ellas.
Migración de la ballena jorobada
Desde Experto Animal explican que: “La migración de las yubartas es estacional, realizando una migración al comienzo del verano, cuando prefieren aguas frías, permaneciendo allí hasta el invierno, cuando viajan a aguas más cálidas”.
Como hemos comentado antes, existen tres poblaciones principales de yubarta, por lo que la migración de cada una de ellas es diferente.
Por ejemplo, “las ballenas del Pacífico viven en invierno en las costas de Hawaii, Costa Rica, México o Japón, mientras que el verano lo suelen pasar en las costas comprendidas entre los territorios de California y Alaska”.
Las distancias recorridas durante la migración pueden ser increíblemente largas, llegando a alcanzar cada ballena un recorrido de hasta 25.000 kilómetros en un solo año.
“Durante el tiempo en el que están trasladándose apenas descansan, ni tampoco paran a alimentarse, sobreviviendo gracias a sus reservas corporales de grasa”.
- Imagen de portada tomada/ La Vanguardia

