El destino final del cuerpo de Luis Alfredo Garavito, el asesino y violador en serie más sanguinario de Colombia, sigue siendo una incógnita. El cadáver de Garavito, que murió el pasado 16 de octubre por un cáncer terminal de estómago, se encuentra abandonado en la morgue del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Valledupar, la ciudad donde cumplía su condena en la cárcel de máxima seguridad.
Garavito, conocido como “La Bestia” o “El Monstruo de los Andes”, fue responsable del asesinato y violación de al menos 138 niños y adolescentes entre 1992 y 1999, aunque se sospecha que sus víctimas podrían superar las 300. Fue capturado en 1999 y sentenciado a 40 años de prisión, la pena máxima en Colombia en ese momento. Sin embargo, debido a su colaboración con la justicia y a los beneficios penitenciarios, se esperaba que saliera en libertad en 2023.
Su muerte se produjo por un cáncer terminal de estómago que le fue diagnosticado en agosto de este año. Garavito estaba recluido en la cárcel de máxima seguridad de Valledupar, donde recibía cuidados paliativos. Según el portal Infobae, su fallecimiento fue confirmado por el director del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC), general Mariano Botero Coy.
El problema ahora es qué hacer con el cadáver de Garavito, que se está pudriendo en la morgue. Según el director regional del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, José Luis Díaz Granados, nadie ha reclamado el cuerpo ni ha manifestado interés por sepultarlo. “No tenemos conocimiento de ningún familiar que haya venido a reclamarlo o a hacer algún trámite para su inhumación”, dijo Díaz Granados a Infobae.
Según la ley colombiana, si nadie reclama el cadáver de una persona fallecida en un plazo de 10 días hábiles, este pasa a ser responsabilidad del municipio donde ocurrió la muerte. En este caso, sería la Alcaldía de Valledupar la encargada de darle cristiana sepultura al cuerpo de Garavito. Sin embargo, según Infobae, el alcalde Mello Castro González no ha dado ninguna declaración al respecto ni ha mostrado voluntad de asumir ese compromiso.
Mientras tanto, el cadáver de Garavito sigue ocupando un espacio en la morgue, generando malos olores y riesgos sanitarios. Algunos medios locales han sugerido que el cuerpo podría ser cremado o enterrado en una fosa común, pero ninguna autoridad ha confirmado esa posibilidad. Lo cierto es que nadie quiere hacerse cargo del cadáver del violador más odiado y temido de Colombia.
