La crisis aérea en Estados Unidos ha provocado cancelaciones y retrasos en los principales aeropuertos del país. La Administración Federal de Aviación confirmó que la falta de controladores de vuelo y la presión operativa forzaron recortes temporales para mantener la seguridad.
Más de 40 aeropuertos aplican ajustes de horario y reducciones de hasta un 10 por ciento en sus operaciones. El impacto afecta rutas nacionales e internacionales, y se intensifica con la llegada de la temporada alta de viajes.
Los aeropuertos más afectados
La FAA publicó una lista con las terminales más impactadas. Entre ellas se encuentran Atlanta, Boston, Baltimore, Charlotte, Washington Reagan, Denver, Dallas Fort Worth, Detroit, Newark, Fort Lauderdale, Honolulu, Washington Dulles, Houston Bush, Nueva York JFK, Las Vegas, Los Ángeles, LaGuardia, Orlando, Chicago Midway, Memphis, Miami, Mineápolis, Chicago O’Hare, Filadelfia, Phoenix, San Diego, Seattle-Tacoma, San Francisco, Salt Lake City y Tampa.
Además, figuran aeropuertos medianos y de carga como Anchorage, Cincinnati Norte de Kentucky, Dallas Love Field, Houston Hobby, Indianápolis, Louisville, Oakland, Ontario, Portland y Teterboro. En la mayoría, los turnos se redujeron y varios vuelos nocturnos fueron cancelados para garantizar la seguridad aérea.
Qué está causando la falta de controladores
La crisis aérea en Estados Unidos comenzó durante la pandemia y se agravó con el paso del tiempo. Actualmente, la FAA opera con un déficit de más del 20 por ciento de su plantilla de controladores certificados. Dado que el proceso de formación tarda entre 18 y 24 meses, reemplazar al personal perdido no es tarea fácil.
Además, el retraso en la aprobación del presupuesto federal limitó la contratación y la capacitación. Por esa razón, muchas torres de control trabajan al límite, lo que incrementa el riesgo de demoras y obliga a reducir operaciones.
Cómo responden las aerolíneas
Las principales compañías, como Delta, United, American Airlines y Southwest, están modificando sus horarios para disminuir cancelaciones. También reubican pasajeros en rutas alternas y priorizan los trayectos con mayor demanda. Sin embargo, estas medidas solo alivian parte del problema y no solucionan la raíz del conflicto.
Por otra parte, los sindicatos advierten que la crisis continuará si no se aceleran las contrataciones. La FAA pidió fondos adicionales para capacitar nuevo personal y redistribuir controladores desde zonas con menor tráfico.
Impacto en los pasajeros
Los viajeros con vuelos programados deben verificar con frecuencia el estado de sus reservas y llegar con anticipación al aeropuerto. Además, es recomendable usar las aplicaciones de las aerolíneas, que muestran los cambios en tiempo real y facilitan la reprogramación.
En consecuencia, planificar con flexibilidad se volvió esencial. Algunos pasajeros podrían enfrentar reprogramaciones o largas demoras durante los próximos meses, especialmente en los aeropuertos incluidos en la lista de recortes.
Consecuencias económicas y panorama
La crisis aérea en Estados Unidos no solo afecta a los pasajeros. También impacta a la economía y al turismo. Las aerolíneas reportan pérdidas millonarias, mientras que las principales ciudades turísticas ya registran una caída en las reservas de hotel y transporte.
Finalmente, la FAA planea contratar a más de 1 800 nuevos controladores durante 2026. Aun así, la normalidad total del tráfico aéreo podría tardar en recuperarse. Por ahora, el sistema sigue operando con limitaciones y con medidas de emergencia que buscan evitar un colapso mayor.
La crisis aérea en Estados Unidos demuestra la necesidad de invertir de forma sostenida en infraestructura y capacitación. Mientras tanto, los pasajeros deben mantenerse informados y preparar sus viajes con paciencia y previsión.

