La empresa de chips cerebrales Neuralink de Elon Musk ha recibido el estatus de “dispositivo innovador” por un implante destinado a ayudar a los pacientes ciegos a recuperar la vista, anunció la empresa.
El implante cerebral experimental, denominado “Blindsight”, obtuvo la autorización de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos para participar en el programa voluntario.
Es uno de los 58 dispositivos que han recibido la designación en lo que va del año, según la FDA.
Musk, conocido por hacer declaraciones audaces sobre los productos de sus empresas mucho antes de que lleguen al mercado, celebró la decisión de la FDA.
“El dispositivo Blindsight de Neuralink permitirá ver incluso a quienes han perdido ambos ojos y el nervio óptico”, escribió Musk en su cuenta de X red social de la que es dueño.
“Siempre que la corteza visual esté intacta, permitirá ver por primera vez incluso a quienes han sido ciegos de nacimiento”.
Lo que busca este chip
El programa de “dispositivos innovadores” tiene como objetivo “acelerar el desarrollo, la evaluación y la revisión para la aprobación previa a la comercialización” de dispositivos médicos que tratan afecciones potencialmente mortales o permanentes.
Según Elon Musk, “para establecer las expectativas correctamente, la visión será al principio de baja resolución, como los gráficos de Atari”.
Pero con el tiempo “tendrá el potencial de ser mejor que la visión natural y permitirle ver en longitudes de onda infrarrojas, ultravioletas o incluso de radar, como Geordi La Forge”.
Hay que decir que desde la FDA han dicho que la designación “no significa que el dispositivo haya sido considerado seguro y eficaz o que pueda comercializarse con fines médicos”.
De acuerdo con un portavoz de esta entidad, “la FDA evalúa únicamente si existe una expectativa razonable de que un dispositivo pueda brindar un tratamiento o diagnóstico más efectivo en relación con el estándar de atención actual en los EE. UU.”
Esto dice la FDA “para una afección potencialmente mortal o una enfermedad o afecciones humanas irreversiblemente debilitantes, y cuando un dispositivo representa una tecnología novedosa y no existe una alternativa comercializada legalmente”.
Sobre Neuralink
Musk cofundó Neuralink en 2016. Es uno de los muchos proyectos del gigante tecnológico, que también es propietario de X y de la startup de inteligencia artificial xAI, además de desempeñarse como director ejecutivo de Tesla y SpaceX.
Neuralink también está desarrollando un implante que tiene como objetivo permitir a los pacientes paralizados la capacidad de utilizar dispositivos digitales con sus cerebros.
En enero, Noland Arbaugh, un hombre de Arizona de 30 años que quedó paralizado del cuello para abajo después de un accidente de buceo, se convirtió en el primer ser humano en recibir un implante Neuralink.
El éxito de la primera operación
Desde la exitosa operación, Arbaugh ha podido jugar videojuegos, navegar por Internet, publicar en las redes sociales y mover el cursor de una computadora portátil con su mente.
El mes pasado, Musk dijo que Neuralink había implantado con éxito un chip cerebral en un segundo paciente humano.
Aunque se considera que los chips cerebrales están muy lejos de su uso generalizado, el magnate ha expresado confianza en su innovadora creación.
En diciembre de 2022, Musk dijo que se sentiría “cómodo” implantando uno de los chips en los cerebros de sus propios hijos.
No es el primer chip para humanos
En 2004, se implantó por primera vez en un ser humano un diminuto dispositivo conocido como Utah Array, que le permitió a un hombre paralizado controlar el cursor de una computadora con sus impulsos neuronales.
El dispositivo, inventado por Richard Normann en la Universidad de Utah, parece un pequeño chip con puntas delgadas que en realidad son docenas de electrodos diminutos.
El dispositivo está diseñado para adherirse al cráneo a través de una abertura en la piel.
Utilizando el conjunto Utah, los científicos han podido demostrar cómo las interfaces cerebro-computadora pueden ayudar a las personas a controlar un brazo robótico con su mente.
Asimismo, a estimular sus propios músculos y extremidades, utilizar computadoras y otros dispositivos externos e incluso decodificar la escritura a mano y el habla.
A diferencia del sistema de Utah, el dispositivo de Neuralink es totalmente implantable, lo que significa que los pacientes podrían eventualmente estar menos limitados.
La mayoría de los implantes requieren que las personas realicen actividades en un entorno de laboratorio controlado.
Una vez que los implantes cerebrales demostraron capacidades reales, las empresas comenzaron a intervenir con recursos y capital para construir un producto comercialmente viable, añadió.