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El creciente número de venezolanos en Nueva York conduce a la creación de un nuevo barrio en la Gran Manzana 

La gran mayoría de ellos solicita refugio a las organizaciones humanitarias por sus condiciones precarias.

Bajo una vía elevada del metro en el barrio neoyorquino de Queens, Víctor Hernández se encuentra preparando “pepitos”, el popular sándwich venezolano que perfeccionó cuando tenía un puesto de comida rápida en su natal Caracas. 

Primero coloca capas de carne o pollo recién asado con otros ingredientes sobre un pan largo, y después los adereza con salsa de ajo casera.

Este va acompañado con abundante queso cheddar rallado por encima, para luego gratinarlo con un soplete. 

El nuevo puesto de “pepitos” de Víctor surgió hace menos de un año sobre la avenida Roosevelt.

Esta concurrida vía comercial que enlaza las comunidades hispanohablantes de Jackson Heights, Elmhurst y Corona. 

A pocos metros de ahí, afuera de un restaurante ecuatoriano se ondea una enorme bandera de Venezuela. 

El local brinda karaoke de canciones románticos venezolanos y la fila para comprar arepas y cachapas llega hasta al frente a la puerta de un café venezolana. 

Barrios de inmigrantes 

Si bien es cierto que Nueva York se fue formando a partir del hacinamiento de barrios de inmigrantes como Chinatown, Curry Hill, Little Italy y Little Haiti, entre los muchos que existen, pero nunca había tenido un barrio venezolano.  

En la historia, la población venezolana en Nueva York siempre fue reservada, desapercibida por otros grupos de hispanos mucho más grandes, como los portorriqueños y los dominicanos, según los expertos en inmigración. 

Se dice que los residentes venezolanos más antiguos llegaron con los recursos y los contactos necesarios para no tener que agruparse en un barrio inmigrante tradicional. 

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¿“Little Venezuela”? 

Pero eso ha cambiado desde que los venezolanos se han convertido en uno de los grupos inmigrantes de mayor crecimiento, no solo en la ciudad de Nueva York, sino en todo Estados Unidos.  

Los venezolanos que apenas llegan a la ciudad como las generaciones anteriores de inmigrantes se han ido agrupando y transformando un sector de la ciudad, con su cultura, su gastronomía y su identidad, al mismo tiempo que forman las bases para poder reclamar el barrio como propio. 

“Siempre empieza con un restaurante o un carrito de comida”, dice Murad Awawdeh, director ejecutivo de la Coalición de Inmigración de Nueva York, un grupo en favor de los inmigrantes, y agrega que con el pasar del tiempo eso lleva al establecimiento de negocios e instituciones culturales.  

No solo son inmigrantes 

Esos inmigrantes no solo crean una comunidad sólida y próspera, sino que generan empleo e ingresos para la economía local, ayudando a la ciudad a afrontar tiempos difíciles. 

En 2021, antes de la fuerte oleada inmigratoria de 8,7 millones de neoyorquinos, solo 15.182 habitantes de la ciudad eran de ascendencia venezolana, 12.250 eran nacidas en Venezuela. 

Lo anterior, de acuerdo al análisis del censo realizado por Social Explorer, una compañía de investigación de datos. 

Los venezolanos en comparación de otros grupos hispanos le están yendo mejor, están registrando ingresos medios anuales de 74.936 dólares. 

Frente a un promedio de 48.866 de todos los hogares hispanos, donde el ingreso familiar promedio de todos los neoyorquinos fue de 70.411 dólares. 

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Pero desde la primavera de 2022 comenzaron a llegar a Nueva York más de 136.000 inmigrantes nuevos, la mayoría de ellos provenientes de Venezuela y con desesperada necesidad de ayuda.  

Cómo han ido llegando los venezolanos 

Según funcionarios de la ciudad, unos 56.000 inmigrantes tuvieron que ser alojados en refugios de Manhattan, 41.000 en refugios de Queens y otros se quedaron en casa de familiares o amigos. 

La nueva creación de negocios venezolanos en Queens, abiertos por inmigrantes venezolanos. 

Es el primer paso en el proceso de fundación de un barrio étnico, apunta Robert Smith, sociólogo y profesor de la Escuela de Asuntos Públicos e Internacionales de la Universidad de Queens.  

“Como requieren tener ingresos, primero abren un restaurante, que luego lo convierten también en un centro de reunión social” comentó Smith. 

Después, de que un gran número de inmigrantes venezolanos se congregan en lugar determinado. 

Según Smith, iniciará a tener una “presencia callejera” visible, desde letreros en español que promocionan alimentos típicos venezolanos, hasta nuevas iglesias y organizaciones comunitarias. 

  • Imagen de portada tomada/ Univisión
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