Se trata de Moldova, un país de Europa Oriental y una antigua república soviética, conocida por los vinos tintos con algunas de las bodegas más grandes del mundo.
Lo cierto, es que las tensiones aumentan en Moldova, donde Rusia ha sido acusada de sentar las bases para un golpe que podría arrastrar a la nación a la guerra, explica CNN en una periodística.
La presidenta de Moldova, Maia Sandu, acusó a Rusia de utilizar «saboteadores» disfrazados de civiles para avivar los disturbios en medio de un período de inestabilidad política.
Mientras tanto, el presidente Putin, acusó sin fundamento a Kyiv de planear su propio asalto a un territorio prorruso en Moldova, donde Moscú tiene un punto de apoyo militar.
Con lo anterior, Rusia estaría creando un pretexto para una anexión al estilo de Crimea.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunió con la presidenta Sandu al margen de su viaje a Varsovia la semana pasada.
Aunque no hay señales de que haya aceptado su invitación a visitarla, la Casa Blanca dijo que reafirmó su apoyo a la “soberanía e integridad territorial” de Moldova.
¿Qué pasa en Moldova?
A principios de este mes, la inteligencia de Ucrania interceptó un plan ruso para desestabilizar una situación política ya volátil en Moldova, dice CNN en una extensa nota.
La reciente renuncia de la primera ministra del país siguió a un período continuo de crisis, encabezado por el aumento de los precios de la gasolina y una inflación altísima.
El nuevo primer ministro de Moldova continuó con la campaña a favor de la UE del gobierno, pero desde entonces se producen protestas a favor de Rusia respaldadas por un partido político marginal pro-Moscú.
En medio de las tensiones, la presidenta de Moldova, Sandu, lanzó una acusación directa de que Rusia buscaba aprovecharse de la situación de inestabilidad social del país.
Sandu dijo que el gobierno había planeado “una serie de acciones que involucran a saboteadores que han recibido entrenamiento militar y están disfrazados de civiles para llevar a cabo acciones violentas”.
¿Qué estaría planeando Rusia?
A pesar de las declaraciones de inocencia de Moscú, sus acciones con respecto a Moldova tienen un parecido sorprendente con los movimientos que hizo antes de su anexión de Crimea en 2014.
La semana pasada, Putin revocó un decreto de política exterior de 2012 que reconocía en parte la independencia de Moldova.
Asimismo, el Ministerio de Defensa de Rusia acusó a Ucrania de “preparar una provocación armada” contra la región separatista prorrusa en Moldova.
Lo cierto, es que esta situación ha puesto a los líderes occidentales en alerta, casi exactamente un año después de que Putin hiciera afirmaciones similares y sin fundamento de que los rusos estaban siendo atacados en Donbás.
“Veo muchas huellas dactilares de las fuerzas rusas, los servicios rusos en Moldova”, dijo el domingo pasado a CBS el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki.
Agregó que, “este es un país muy débil, y todos debemos ayudarlos”, se lee en el medio estadounidense de habla hispana.
¿Cómo Rusia tiene un punto en Moldova?
El centro de los intereses de Rusia en este país es Transnistria, un territorio disidente que se desliza a lo largo del flanco de este del país y que ha albergado tropas rusas durante décadas.
Este territorio, fue el lugar de un puesto militar ruso durante los últimos años de la Guerra Fría y se declaró república soviética en 1990, oponiéndose a cualquier intento de Moldova de convertirse en un Estado independiente.
Lo que hemos podido conocer es que, cuando Moldova se independizó al año siguiente, Rusia se insertó rápidamente como una de las llamadas «fuerzas de mantenimiento de la paz» en Transnistria.
Asimismo, siguió la guerra con las fuerzas moldavas y el conflicto terminó en punto muerto en 1992.
Transnistria no fue reconocida internacionalmente, ni siquiera por Rusia, pero las fuerzas moldavas la convirtieron en un estado separatista de facto.
En esta zona han quedado atrapado unos 500.000 habitantes aproximadamente en el limbo.
¿Por qué importa tanto este país para Rusia?
Este país es el hogar de una facción disidente cuyo sentimiento hacía Moscú ha tratado ansiosamente de irritar.
Moldova es un país en una encrucijada entre el este y el oeste. Su gobierno y la mayoría de sus ciudadanos quieren vínculos más estrechos con la UE.
Ha sido un punto crítico en la periferia de la invasión rusa de Ucrania durante el año pasado, con misiles rusos cruzando el espacio aéreo moldavo en varias ocasiones.
Una serie de explosiones en Transnistria en abril pasado aumentó la preocupación de que Putin buscaba arrastrar el territorio a su invasión.
Los funcionarios de Moldova han advertido a Occidente que su país podría ser el próximo en la lista de Putin, explica CNN en su nota.
Lo que genera mayor riesgo para el país en mención es que no es miembro de la OTAN y lo haría más vulnerable a Rusia.
El jefe del Servicio de Seguridad de Moldova advirtió que existe un riesgo «muy alto» de que Rusia lance una nueva ofensiva en esta nación.
Una de las razones por las que Rusia invadió a Ucrania
Una de las exigencias de Putin a la OTAN para evitar la invasión a Ucrania era la negativa a que el país forme parte de esta.
Desde que la disolución de la Unión Soviética, Estonia, Letonia y Lituania que formaron parte de la URSS, ahora son miembros de la OTAN.
En Rusia ven a la OTAN como una organización afín que defiende los intereses de los Estados Unidos en la región.
Otro de los puntos, es el acercamiento de Ucrania a la Unión Europea, desde el año 2013.