Publicidad

El Retorno de La Bestia, el tren que mutila los sueños de los migrantes

Este tren ha sido fundamental para que miles de inmigrantes completen el extenso recorrido que esta frontera tiene entre EEUU y México.

Migrar de tu tierra a natal a otro país nunca será una tarea fácil para nadie, ya que cada parte del camino se vuelve un desafío que en ocasiones supera las capacidades físicas de las personas. 

Entre los retos que también cargan los inmigrantes está el dinero: reunir lo suficiente para agarrar a los niños y cerrar la puerta detrás de ellos.  

Luego, están los paseos interminables, con obstáculos como fronteras, guardias corruptos, extorsionadores o la selva del Darién, llena de muerte y peligro del que muchos no salen con vida. 

En Guatemala hay relatos de chantajes y violaciones. En Panamá, el trato a los migrantes es deficiente, mientras que en los campos de refugiados de Costa Rica abundan la tuberculosis, la fiebre y los vómitos, lo que habla de la pesadilla que padecen estas personas. 

Los cientos de miles de migrantes que cruzan México cada año (personas provenientes de Venezuela, Colombia, Ecuador, Honduras y Guatemala) cruzan un mapa que sigue las vías del tren de Don Germán Larrea, el segundo hombre más rico de México.  

Es el dueño de Ferromex, que incluye los ferrocarriles de carga más grandes (por kilometraje) del país. 

La mafia en los autobuses

Los viajes en autobús fue una de las puertas que se cerró en 2022, con una disposición oficial que exige a los viajeros presentar documentos migratorios para poder subir en este servicio de transporte público. 

Para algunos expertos, se trata de “un requisito ilegal que restringe la libertad de circulación”.  

Este truco administrativo ha llevado a los inmigrantes a recurrir a una red de transporte ilegal, cuyos conductores a menudo dan vueltas y los dejan en el mismo lugar (si no son atrapados en el camino y deportados). 

Esta es una imagen familiar en México. “Los [operadores de autobuses] son mafias, te piden cantidades exorbitantes y hacen una vuelta para dejarte prácticamente en el mismo lugar [donde abordaste]”, dicen algunos conocedores de esta problemática. 

- Patrocinado -

Sobre La Bestia

Al pasar por Huehuetoca, un municipio del peligroso estado de México (Edomex), los migrantes ven un auto blanco. Huyen por los barrancos que flanquean las vías del tren, buscando el refugio del bosque.  

Los vehículos de inmigración que patrullan la zona los ponen en alerta máxima. A un lado se descargan toneladas de basura y los carroñeros buscan entre los desechos.  

Protegiéndose de la lluvia con bolsas de plástico, sus zapatos y ropa están desgarrados de tantos kilómetros de caminata. Esperan el silbido del tren, con la esperanza de abordar mientras avanza. 

Se trata de la Bestia que estuvo fuera de circulación por la oleada de inmigrantes que se montaba en este, para completar su recorrido hacia la frontera sur de los Estados Unidos con México.

Inmigrantes a bordo del tren

De acuerdo con el relato de varios inmigrantes que ha documentado medio como El Diario El País de España en sus inmersiones por varios días con reporteros de gran experiencia que han narrado lo que ocurre en esta travesía. 

Cuando el tren se acerca, hacen señales con las manos para que disminuyan la velocidad. “El conductor es ahora el Dios al que se confían… pero el tren no frena”.  

Saltar parece demasiado peligroso, sobre todo con las chanclas de plástico que llevan algunos de ellos.  

Con los autobuses en manos de las mafias, los trenes se convirtieron en una opción más segura y rápida para recorrer el camino de Huehuetoca a Huichapán, de allí a Querétaro, San Luis, Monterrey, Torreón y Piedras Negras. O tal vez Torreón, Chihuahua y Ciudad Juárez. 

- Patrocinado -

Siempre existe la esperanza de que el viaje en tren sea continuo y que no haya necesidad de huir de los agentes de inmigración en cada estación, ni de los delincuentes que secuestran trenes y roban a los inmigrantes. 

Lo cierto, es que La Bestia se ha vuelto la insignia de miles de inmigrantes que buscan una oportunidad en un país de puertas abiertas para propios y extranjeros. 

  • Imagen de portada tomada/ El Clarín
Publicidad