Los mitos sobre brujas, el jinete sin cabeza, la llorona y otros personajes paranormales son parte de la tradición popular en toda América Latina.
Casos como el ocurrido en el corregimiento La Ventura, jurisdicción del municipio de Sucre, en Sucre, Colombia, están dejando a muchos cuestionando lo que creían saber sobre esto.
En La Ventura, se habla de desapariciones inquietantes.
De acuerdo con los moradores los hombres estarían desapareciendo de forma inexplicable y regresan tres días después con arañazos y marcas que parecen chupones.
Las historias de estos sucesos han circulado rápidamente en redes sociales y aseguran que se trataría de “brujas” que raptan a los masculinos.
Un testimonio
Varias residentes del lugar coincidieron en que el esposo de una de sus amigas se encontraba durmiendo cuando, a altas horas de la noche, se levantó para ir al baño y desapareció.
“A pesar de los esfuerzos por localizarlo, la búsqueda resultó infructuosa”, dicen las femeninas.
Según la comunidad estos hombres aparecen hasta tres días después, con “los ojos inflamados, hambrientos, llenos de moretones y chupones en todas las partes íntimas de sus cuerpos”.
Las brujas a lo largo de los años
Se decía que las brujas podían volar en escobas, quizás porque la escoba era un símbolo de la domesticación femenina, y volar en ella era la rebelión definitiva.
En el siglo XVII, tanto en la Nueva como en la Vieja Inglaterra y en todo el continente europeo, la gente solía creer que las brujas eran mujeres “difíciles” (a veces hombres difíciles) que odiaban a sus vecinos y los maldecían con enfermedades y mala suerte.
Al igual que en la película, se creía que las brujas se sentían atraídas por los niños, especialmente por su inocencia y corruptibilidad.
Los cuerpos pequeños y blandos de los niños podían enfermarse fácilmente con hechizos o ser poseídos por demonios, y eran especialmente vulnerables antes de someterse al ritual del bautismo, ya que se creía que no contaban con la protección de la iglesia cristiana.
En el mundo moderno supuestamente racional, estas supersticiones pueden parecer ridículas hoy en día, pero el hecho de que todavía nos estremezcamos cuando oímos tales historias es una señal reveladora del poder de las brujas.
Los países donde más preocupaban
La preocupación por el secuestro y asesinato de niños por parte de brujas era mayor en el sur de Alemania, el oeste de Francia y los países alpinos, y fue allí donde las persecuciones se llevaron a cabo con mayor entusiasmo.
En estas zonas, se decía que las brujas se reunían en grupos de varios cientos, adorando al diablo en forma de hombre o cabra, celebrando orgías y tramando maldades.
En Gran Bretaña y las colonias americanas, era más probable que las brujas fueran acusadas de actividades menos dramáticas, no necesariamente de adoración al diablo, sino de asesinatos y travesuras a menor escala.
No se creía que pudieran volar, así que no era tan necesaria la receta de grasa de bebé, pero de vez en cuando se contaba una historia verdaderamente horrible.
El relato de un caso
En Lancashire, en 1612, la adolescente Grace Sowerbutts explicó cómo tres mujeres la habían transportado por el campo, obligándola a bailar y a tener relaciones sexuales con extrañas criaturas negras.
Añadió que habían irrumpido en la casa de un vecino y asesinado a su bebé dormido succionándole la vida por el ombligo.
Tras el entierro del niño, desenterraron el cuerpo, lo cocieron y lo asaron. Comieron una parte y guardaron el resto para ungüentos para evocar.
Sin embargo, el tribunal rechazó el testimonio de Grace: su historia era demasiado inusual en Inglaterra, incluso en la época de las brujas. Se explicó que era obra de un sacerdote católico renegado que causaba problemas a los protestantes.
Si bien era fácil para los devotos imaginar a un demonio maligno acechando en las sombras, la brujería no se usaba de inmediato para explicar cada desgracia.