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¿Estaría Canadá preparado para un ataque nuclear?

Si una ojiva llevada por un misil lanzada desde Rusia pretende hacer un impacto en Canadá, tendría un lapso de entre 15 y 20 minutos después del lanzamiento para llegar a la ubicación señalada. Lo que por lo menos daría tiempo para una advertencia.

La preocupación por el estallido de una tercera guerra mundial en este momento no escapa a ningún lugar del planeta. Luego de los ataques de Rusia a Ucrania la pregunta que todos nos hacemos es ¿Qué pasaría sí..? Qué pasaría si se da un enorme conflicto bélico, qué pasaría sí mi país y mi ciudad son atacados. Qué pasaría si me toca luchar en la guerra…

Por su puesto que todos estos escenarios apocalípticos se vienen a nuestra mente teniendo en cuenta que el riesgo de que se usen armas nucleares es mayor de lo que ha sido durante mucho tiempo. De modo que esta posibilidad ha pasado de impensable a posible.

En este sentido, al ser Estados Unidos uno de los protagonistas en esta tensión política, deja con una preocupación creciente a Canadá como uno de sus vecinos y aliados. Entonces, nos surge otra inquietante pregunta: ¿Estaría Canadá preparado para un ataque nuclear?

Descubrimiento de un ataque

Frente a un posible ataque proveniente de Rusia, lo más probable es que Canadá resulte como un ‘daño colateral’ más que por un ataque directo. Aún así, en cualquiera de las dos circunstancias, lo primero es determinar si se está siendo atacado.

Así las cosas, si una ojiva llevada por un misil lanzada desde Rusia pretende hacer un impacto en Canadá, tendría entre 15 y 20 minutos para el impacto después del lanzamiento.

De este modo, el proyectil, sería detectado por una serie de satélites y sistemas de advertencia supervisados por el Comando Estratégico de los Estados Unidos. Quienes informaría al comando de Defensa Aeroespacial de Norteamérica, o Norad, que guarda el espacio aéreo de los Estados Unidos y Canadá.

NORAD estaría informado a los responsables de las decisiones militares y gubernamentales canadienses, aunque una decisión sobre tratar de derribar el misil sería hecha únicamente por los Estados Unidos, porque Canadá no es parte del sistema de defensa de misiles balísticos de ese país. Entonces, en general, un evento de misiles en cualquier parte del mundo será detectado por NORAD dentro de cinco minutos, lo que daría un poco de tiempo para reaccionar y activar alertas de emergencia en la ciudadanía.

Alertas de emergencia

El siguiente paso es alertar a la población sobre la situación, y en Canadá, las alertas de emergencia se distribuyen principalmente a través de la televisión, la radio y las redes sociales. Sin embargo, las notificaciones de teléfonos móviles, como las que se vieron durante la falsa alarma en Hawái, llegarán pronto.

El público sería entonces alertado a través de todos los canales disponibles.

De hecho, una decisión luego de la tensión entre Estados Unidos y Corea del Norte, la CRTC ordenó que los proveedores de servicios inalámbricos implementen un sistema de alerta de dispositivos móviles en sus redes.

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Además, las alertas de emergencia suelen ser emitidas por agencias de gestión de emergencias provinciales o territoriales responsables de la respuesta sobre el terreno.

El plan de Canadá

Ahora viene uno de los inconvenientes más importante sobre la ‘preparación’ de Canadá. Y es que el país no tiene un plan público específico para responder a un ataque con misiles nucleares.

Cuando se le preguntó al respecto en 2018, un portavoz de Public Safety Canada se refirió al Plan Federal de Emergencia Nuclear. Una iniciativa de Health Canada diseñada para responder a un accidente en tiempos de paz que involucre una planta de energía nuclear. Y la Estrategia de Resiliencia Química, Biológica, Radiológica, Nuclear y Explosiva de 2011, que es esencialmente un plan para idear un plan para hacer frente a un ataque terrorista catastrófico.

Según Public Safety Canada, el gobierno federal monitorea todas las amenazas potenciales y tiene ‘medidas sólidas’ para abordarlas.

En otras palabras, no ha habido ningún tipo de plan concreto sobre cómo lidiar con un ataque de este tipo en Canadá desde la década de 1980.

A pesar de ello, el gobierno insiste en que hay una preparación para afrontar un ataque. “Nuestras agencias de seguridad trabajan en estrecha colaboración con socios nacionales e internacionales. Evaluando continuamente sus operaciones en respuesta al entorno de amenazas actual”.

Referente a esta colaboración, los expertos dicen que cualquier respuesta nacional involucraría a los socorristas de ambos lados de la frontera. Ya que Canadá y Estados Unidos tienen un acuerdo para pedir ayuda entre sí en caso de un desastre de este tipo.

Sin embargo, las tripulaciones pueden tardar horas o días en ingresar a la zona de explosión de un ataque nuclear. Esto, debido a que tendrían que esperar a que llegue el equipo especializado para protegerse contra la radiactividad. Los incendios y la radiactividad también pueden retrasar su tiempo de respuesta.

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Evacuaciones y protección

Según algunos expertos “Con el tiempo, Canadá se convertiría cada vez más en el punto de impacto aproximado del misil basado en su trayectoria, curso y velocidad”.

De darse esta situación, el impacto ambiental y humanitario de un ataque nuclear generaría desafíos mucho mayores que se desarrollan durante días, semanas, años e incluso décadas después de un ataque.

Por eso, en estos casos, se esperan evacuaciones masivas en el camino de la nube radiactiva. El tamaño y la dirección en la que viaja la nube pueden ser difíciles de predecir, ya que está influenciada por el viento, el tamaño de la explosión nuclear y la cantidad de escombros generados por la explosión. Tal nube podría viajar cientos de kilómetros.

Un dato interesante para la protección de la comunidad es que durante la Guerra Fría, Canadá completó un escondite subterráneo en las afueras de Ottawa en 1961. Ubicado a 40 kilómetros de Parliament Hill, estaba destinado a albergar a cientos de funcionarios gubernamentales y oficiales militares en caso de un ataque nuclear (ahora funciona como el museo de la Guerra Fría de Canadá). Apodado “Diefenbunker” en honor al entonces primer ministro John Diefenbaker, fue una de las más de 50 unidades de varios pisos construidas en todo el país.

Asimismo, en otras partes de Canadá aún albergan los restos de búnkeres nucleares; una sorprendente cantidad de edificios en el oeste de Canadá, en particular, albergan refugios olvidados hace mucho tiempo.

De modo que la gente no se da cuenta de la cantidad de búnkeres que se construyeron en Canadá. Por ejemplo, todos los municipios de Edmonton tienen un búnker. Y aunque hoy, casi ninguna de esas instalaciones permanece operativa, podrían servir de refugios momentáneos.

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