El archipiélago artificial de Dubái con forma de palmera que alberga hoteles de lujo y playas vírgenes, es sin lugar a dudas una espectacular hazaña de la ingeniería.
Palm Jumeirah, el icónico conjunto de islas artificiales ubicadas en las costas de Dubái es una construcción sin precedentes, no utilizó acero ni concreto y prefirió valerse de arena y roca como materiales principales para la construcción de las islas. La obra estuvo a cargo de ‘Nakheel Properties’, una constructora de Emiratos Árabes Unidos (EAU) que en 2001 tomó la decisión de crear el megaproyecto.
Aunque Dubái está rodeada de arena del desierto, no podían depender de los abundantes recursos del emirato, solo se extrajeron más de 7 millones de toneladas de rocas de las montañas Hajar del norte de los Emiratos Árabes Unido y aproximadamente 120 millones de metros cúbicos de arena tuvieron que ser dragados y traídos desde el fondo del Golfo Pérsico a 10 millas náuticas de las islas.
Ali Mansour, ingeniero civil que participó en la obra y quien es el actual director de proyectos marinos de Nakheel, dijo “Fue un gran reto. Una experiencia única en la vida”. “Sentí mucha curiosidad cuando se publicaron las primeras imágenes de satélite en 2002, que mostraban un pequeño pedazo de tierra emergiendo sobre la superficie del océano”. “Entonces decidí que haría lo que fuera para unirme a la empresa que está detrás del trabajo en este proyecto.”
Mansour y el equipo utilizaron tecnología guiada por satélite para ayudar a construir la isla en forma de fronda, debido a su gran tamaño, 560 hectáreas (1.380 acres). Según dijo Nakheel, toda la roca y la arena que se usaron para construir la isla podrían formar una pared de dos metros de altura que daría tres vueltas al mundo.
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Las rocas forman el rompeolas en forma de media luna de 11 kilómetros de largo que protege la isla de grandes olas y fuertes vientos, pero eso no es todo, en la construcción de la isla artificial también participaron buceadores, porque, a pesar de que se tuvo el software más avanzado, Mansour decidió contar con la inspección visual, por tal razón un maestro buceador, inspeccionó visualmente el rompeolas con cinco de sus colegas, “buceando juntos en paralelo y en diferentes niveles”, el equipo tardó 10 semanas en completar la revisión.
Actualmente la isla artificial tiene una extensión de 560 hectáreas y alberga a unas 80 mil personas. Durante los primeros 20 años de existencia de Palm, la única forma en que los visitantes podían ver toda la colosal estructura era desde un recorrido en helicóptero o saltando de un avión.
Ahora, todos los que lleguen a Dubái para apreciar este megaproyecto, pueden ver Palm desde la nueva plataforma de observación de 360 grados de Nakheel, de 52 pisos de altura, llamada View at the Palm, que se inauguró en abril.