Donald Trump fue elegido este miércoles como presidente de los Estados Unidos, un regreso para un expresidente que se negó a aceptar la derrota hace cuatro años.
Y que recordemos que desató una violenta insurrección en el Capitolio estadounidense, fue declarado culpable de delitos graves y sobrevivió a dos intentos de asesinato.
Con una victoria en Wisconsin, Trump obtuvo los 273 votos electorales, tres más de los necesarios para asegurar la presidencia.
La victoria valida su estrategia política de mano dura. Atacó a su rival demócrata, Kamala Harris, en términos profundamente personales, a menudo misóginos y racistas.
Al mismo tiempo que promovía una imagen apocalíptica de un país invadido por inmigrantes violentos.
La retórica grosera, acompañada de una imagen de hipermasculinidad, resonó entre los votantes enojados, en particular los hombres, en una nación profundamente polarizada.
El discurso de Trump
“Quiero agradecer al pueblo estadounidense por el extraordinario honor de haber sido elegido su 47º presidente y su 45º presidente”, dijo Trump a una multitud de seguidores.
En un estado tras otro, Trump superó lo que hizo en las elecciones de 2020.
Mientras que Harris no logró el mismo resultado que Joe Biden al ganar la presidencia hace cuatro años.
Al asumir nuevamente el cargo, Trump también trabajará con un Senado que ahora estará en manos republicanas, mientras que la Cámara aún no se define.
“Hemos pasado por muchas cosas juntos, y hoy ustedes se presentaron en cantidades récord para lograr una victoria”, dijo Trump.
“Esto fue algo especial y vamos a recompensarlos”, agregó.
Lo que ha prometido Trump
En su segundo mandato, Trump ha prometido seguir una agenda centrada en reformular drásticamente el gobierno federal y buscar represalias contra sus percibidos enemigos.
Los resultados ponen fin a una temporada electoral históricamente tumultuosa y competitiva que incluyó dos intentos de asesinato contra Trump y un cambio de candidato demócrata.
Trump heredará una serie de desafíos cuando asuma el cargo el 20 de enero, incluida una mayor polarización política y crisis globales.
Su victoria contra Harris, la primera mujer de color en liderar la lista de un partido importante, marca la segunda vez que derrota a una rival femenina.
Harris, la actual vicepresidenta, ascendió a la cima de la lista después de que Biden abandonara la carrera presidencial.
A pesar de un aumento inicial de energía en torno a su campaña, luchó durante un cronograma apretado para convencer a los votantes.
El primer condenado que llega a la Presidencia
La vicepresidenta no ha hablado públicamente desde que se anunció el resultado de la contienda.
Su codirector de campaña, Cedric Richmond, dijo que hablaría el miércoles: “Estará de vuelta aquí mañana”.
Trump es el primer expresidente que regresa al poder desde que Grover Cleveland recuperó la Casa Blanca en las elecciones de 1892.
Es la primera persona condenada por un delito grave que es elegida presidente.
Asimismo, a sus 78 años, es la persona de mayor edad elegida para el cargo.
Su vicepresidente, el senador de Ohio J. D. Vance, de 40 años, se convertirá en el miembro de mayor rango de la generación del milenio en el gobierno estadounidense.
Las felicitaciones comenzaron a llegar de los líderes mundiales incluso antes de que se anunciara la victoria de Trump.
Lo que le espera a EEUU
Trump tiene planes de promulgar rápidamente una agenda de gran alcance que transformaría casi todos los aspectos del gobierno estadounidense.
Sus críticos republicanos en el Congreso han sido en gran medida derrotados o retirados.
Los tribunales federales están ahora llenos de jueces que él nombró. La Corte Suprema de Estados Unidos, que incluye a tres jueces nombrados por Trump, emitió un fallo a principios de este año que otorga a los presidentes una amplia inmunidad ante el procesamiento.
El lenguaje y la conducta de Trump durante la campaña provocaron cada vez más advertencias de los demócratas y algunos republicanos sobre las conmociones que su regreso al poder traería a la democracia.
Elogió repetidamente a los líderes autoritarios, advirtió que desplegaría al ejército para atacar a los oponentes políticos a los que calificó de “enemigo interno”, amenazó con tomar medidas contra las organizaciones de noticias por una cobertura desfavorable y sugirió suspender la Constitución.
Fue una controvertida campaña
Algunos de quienes sirvieron en su primera Casa Blanca, incluido el vicepresidente Mike Pence y John Kelly, el jefe de gabinete de Trump con más años de servicio, se negaron a respaldarlo o emitieron terribles advertencias públicas sobre su regreso a la presidencia.
Mientras que Harris centró gran parte de su mensaje inicial en temas de alegría, Trump canalizó un poderoso sentido de ira y resentimiento entre los votantes.
Aprovechó la frustración por los altos precios y los temores sobre la delincuencia y los inmigrantes que ingresaron ilegalmente al país durante el mandato de Biden.
También destacó las guerras en Medio Oriente y la invasión rusa de Ucrania para presentar a los demócratas como los que presiden -y alientan- un mundo en caos.
Fue una fórmula que Trump perfeccionó en 2016, cuando se presentó como la única persona que podía solucionar los problemas del país, a menudo tomando prestado el lenguaje de los dictadores.
“En 2016 declaré que soy su voz. Hoy agrego: soy su guerrero. Soy su justicia. Y para aquellos que han sido agraviados y traicionados, soy su retribución”, dijo en marzo de 2023.
Esta campaña a menudo se desvió hacia lo absurdo, con Trump amplificando rumores extraños y desmentidos de que los inmigrantes estaban robando y comiendo gatos y perros domésticos en un pueblo de Ohio.
En un momento, inició un mitin con una historia detallada sobre el legendario golfista Arnold Palmer en la que elogió sus genitales.
