Según varios estudios, la clave para un vínculo duradero es el tiempo y las circunstancias en las que se conocieron.
Si bien no hay garantía de que una sola amistad sobreviva al tiempo, el sociólogo investigador Gerald Mollenhorst sugiere que es poco probable que un vínculo con una historia de más de siete años se rompa sin una buena razón.
Uno de los principales hallazgos de su extensa investigación sociológica es que la mayoría de las personas pierden la mitad de su red social cada siete años y las relaciones descartadas se intercambian por otras más nuevas y más relevantes contextualmente.
Por ejemplo, es probable que la mayoría de las personas dejen atrás su círculo de amistades de la secundaria después de unos años de edad adulta, simplemente porque ya no pasan todos los días en su compañía.
En cambio, nuevos lazos con compañeros de trabajo y compañeros de equipo de netball comenzarán gradualmente a reemplazar las amistades más prescindibles del pasado.
Además de analizar el ciclo constantemente reemplazable de las relaciones, la investigación afirma que la mayoría de las amistades tienden a ser fugaces y que los vínculos que creamos surgen de las oportunidades contextuales más que de elecciones personales.
Sobre el estudio
En un estudio particular dirigido por Mollenhorst, se pidió a 1.007 adultos de entre 18 y 65 años que completaran una encuesta relacionada con las personas que consideraban amigos cercanos y conocidos.
Se preguntó a los participantes cómo conocieron a sus amigos, con quién hablan de temas personales cercanos (y con quién sólo tienen conversaciones superficiales) y cuánto tiempo pasan en promedio con cada persona.
La mayoría de las personas revisaron sus respuestas siete años después, lo que proporcionó información sobre cómo nuestras relaciones progresan y cambian durante este período de tiempo particular.
Solo el 30 % de los amigos que los participantes consideraban “compañeros de conversación” y “ayudantes prácticos” conservaban los mismos títulos siete años después.
Además, el 52 % del círculo social general de los participantes ya no figuraba como parte de su red.
Reafirmando la teoría del sociólogo de que la mayoría de las amistades se forman sobre la base de la oportunidad y el contexto en lugar de la preferencia personal.
Los resultados de la encuesta revelaron que las personas en promedio habían reemplazado a la mitad de sus amigos durante el período de siete años de acuerdo con cambios en el estilo de vida, como mudarse a un nuevo lugar de trabajo, suburbio o círculo social.
En otras palabras, en la edad adulta, nuestros amigos más cercanos y las relaciones en las que invertimos más tiempo tienden a ser aquellos a quienes vemos habitualmente en entornos sociales o en el trabajo.
Cuál es el secreto de una amistad duradera
Si bien la conveniencia es clave, aquellos de nosotros que aún conservamos el estatus de mejores amigos de nuestra infancia podríamos argumentar que mantener una amistad para toda la vida implica mucho más que simplemente aprovechar las oportunidades.
Cada amistad es una entidad única que requiere esfuerzo sostenido, empatía y tiempo de ambas partes para seguir prosperando.
Como explica Robin Dunbar, psicólogo evolutivo, a la revista Time, hay siete áreas de superposición que son particularmente cruciales para formar, y mantener, una amistad sólida: hablar el mismo idioma, tener trayectorias profesionales similares, sentido del humor, crecer en la misma zona y compartir pasatiempos, puntos de vista y gustos musicales.
Si bien no todas las relaciones cumplen con los siete requisitos, cuanto más puntos en común tengan dos personas, más fuerte será el vínculo que probablemente compartirán.
Un experto lo explica
Una investigación de Jeffrey Hall, director del Laboratorio de Relaciones y Tecnología de la Universidad de Kansas, también revela que las personas necesitan pasar mucho tiempo juntas —al menos 300 horas— para convertirse en verdaderos mejores amigos.
Y, según Hall, los amigos que se expresan sus pensamientos y emociones más profundas tienden a estrechar lazos que quienes lo mantienen superficial.
Una vez que se tiene una relación sólida con alguien, la constancia es clave para mantenerla, afirma Aminatou Sow, coautora del libro ‘Gran Amistad: Cómo nos mantenemos unidos‘ con su amiga Ann Friedman.
Los amigos incondicionales no necesariamente tienen que verse constantemente, pero las investigaciones sugieren que mantener la amistad es importante, afirma Sow.
Cada amistad tiene un plus particular
Las garantías sobre el futuro (dejarle claro a tu amigo que lo quieres en tu vida a largo plazo) y desarrollar rituales compartidos son buenas maneras de lograrlo, dice.
Un “ritual” puede ser tan simple como enviar memes regularmente o programar una llamada telefónica mensual o puede tomarse prestado del ámbito familiar y romántico: tomarse unas vacaciones anuales con amigos, celebrar cumpleaños y eventos importantes juntos, incluso celebrar el aniversario de amistad.
“Estas son las pequeñas cosas que mantienen viva la magia“, afirma Jeffrey Hall.
Y, en efecto, es “magia”, según el investigador. El experto no cree que la ciencia tenga todas las respuestas sobre la amistad íntima y por qué algunas relaciones duran para siempre.
“No se puede predecir de quién uno se enamora“, romántica o platónicamente.
Hall coincide en que algunas mejores amistades tienen una cualidad inefable.
La ciencia sugiere que se necesita mucho tiempo para construir un vínculo fuerte; “pero lo que es muy extraño“, dice, es que una vez que las personas se convierten en mejores amigas, pueden pasar meses o incluso años sin hablarse y aun así retomar la conversación justo donde la dejaron.
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