Puede que compartas las mejores zonas de confort en una relación (comodidad emocional, comodidad física, etc.), pero sin duda alguna la mejor siempre será dormir bien.
Y esto significa estar cómodo y sentirse seguro con esa persona que tienes al lado, ya sea que fuese tu pareja o un familiar muy cercano como tus padres o hermanos.
Los adultos que duermen al lado de su cónyuge o persona que aprecian duermen mejor que los que duermen solos, según un estudio reciente de la Universidad de Arizona.
Quienes dormían con su pareja especialmente sufrían síntomas de insomnio menos graves, se sentían menos agotados y dormían durante más tiempo.
Además, se dormían más rápido, tenían una mejor calidad del sueño y un menor riesgo de apnea del sueño.
Estos resultados ponen de relieve los efectos beneficiosos que compartir la cama con un amigo cercano o un familiar puede tener sobre nuestros patrones de sueño y la calidad general del sueño.
Beneficios para la salud
Si bien compartir la cama puede ser íntimo y romántico, dormir juntos también tiene importantes beneficios para la salud.
Pues bien, dormir juntos puede reducir la presión arterial (debido a la oxitocina, de la que hablaremos un poco más adelante).
Dormir cómodamente reducir la inflamación. Esto se debe a que los niveles de cortisol, la hormona del estrés, son más bajos.
Las glándulas suprarrenales liberan cortisol en respuesta al estrés, el miedo o el peligro. Cuando duermes con alguien, te sientes más seguro, por lo que tu cuerpo no se ve obligado a liberar cortisol.
Dormir bien fortalecer el sistema inmunológico. (Se ha descubierto que algunas actividades que no implican dormir hacen que uno sea más resistente a contraer un resfriado o gripe).
Sincronización de programación
Si compartes la cama con tu pareja, si tus horarios lo permiten, es probable que te acuestes y te despiertes a la misma hora.
Tener el mismo horario de sueño puede ayudarte a maximizar el tiempo que pasan despiertos juntos y también a pasar un tiempo de calidad en la cama antes de quedarte dormido.
Tener el mismo horario de sueño significa que sus ritmos circadianos (relojes internos) están sincronizados, lo que también puede ayudar a traer armonía a su relación.
Mayor felicidad y energía
Cuando duermes con la persona que amas cada noche, tu cuerpo libera dopamina, que te hace sentir placer y serotonina, que se conoce como la “sustancia química de la felicidad”.
Por lo tanto, compartir la cama literalmente te hace una persona más feliz.
Si eres feliz, amas a tu lado a la hora de dormir y, por supuesto, tienes el colchón y las almohadas adecuadas para dormir bien, tendrás una buena calidad de sueño, lo que también significa que te despertarás renovado y listo para conquistar el día.
Las investigaciones han demostrado de manera concluyente los beneficios que tiene para las mujeres que tienen una relación estable y comprometida dormir con alguien.
Acostarse al lado de alguien a quien aman mejora la calidad del sueño y les permite descansar mejor por la noche.
Quedarse dormido más rápido
A veces, cuando estás solo, es fácil perderse en tus propios pensamientos. Y todos hemos pasado por eso: perderse en tus pensamientos a menudo conduce a pensar demasiado (¡y a no dormir!).
Cuando duermes con una pareja, es menos probable que te enredes en tu monólogo interior y es más probable que te relajes y te quedes dormido.
Cuando duermes junto a tu pareja, también puedes sentir un nivel de seguridad que no sientes cuando duermes solo.
Esto es bueno para la salud mental. Como se mencionó anteriormente, sentirse seguro reduce los niveles de cortisol en el cuerpo, lo que puede ayudarte a conciliar el sueño más rápido, experimentar un mejor sueño y permanecer dormido toda la noche.
Encuentra la temperatura perfecta para dormir
Los expertos en sueño recomiendan que el mejor ambiente para dormir sea de unos 20 °C (67 °F).
Aparentemente, una temperatura más fresca ayuda a favorecer el sueño, pero a veces 20 °C (67 °F) puede resultar frío, especialmente cuando hace viento y frío afuera.
Compartir la cama con una pareja puede ayudar a combatir este problema.
Puede que la temperatura en la habitación sea de 20 °C (67 °F), pero acurrucarse con su pareja mientras se duerme puede ayudarlos a ambos a conciliar el sueño más rápido.
Si hace demasiado calor debajo de las sábanas, saca un pie o un brazo para que el aire sea más fresco.
Exponer los puntos de presión a la temperatura fría debería refrescarte de inmediato. O, si aún tienes los pies fríos, siempre puedes calentarlos con tu pareja. Es cruel, pero es real.
Experimentas una conexión fortalecida
Dormir juntos puede ayudar a fortalecer la conexión con tu pareja, ya sea que hayan estado felizmente casados durante 20 años, hayan comenzado a vivir juntos recientemente o estén esperando definir la relación.
Pasar tiempo en la cama con tu pareja (ya sea durmiendo o haciendo actividades no relacionadas con el sueño) es importante para crear y mantener una relación saludable.
El contacto físico cercano que se crea al dormir al lado de alguien no solo afecta tus emociones, sino que también fortalece tu sistema inmunológico, reduce tu presión arterial e incluso puede alargar tu vida.