Tanto los ciudadanos de Estados Unidos y Canadá como los curiosos de todo el mundo se han visto sorprendidos en la última semana por una cantidad de objetos voladores no identificados que han sido derribados por el ejercito del país Yankee.
Aunque inicialmente el Pentágono “no descartaba ninguna posibilidad”, incluida la de un origen “extraterrestre”; sus principales sospechas apuntaban a que se trata de artefactos destinados al espionaje.
No hay ideas tan ‘surrealistas’
A pesar de las hipótesis que se planearon en primera instancia, Estados Unidos cree que los tres objetos voladores que derribó en los últimos días no están ligados a China; por el contrario, podrían ser entes usados para fines comerciales o de investigación totalmente inofensivos, según ha informado John Kirby, uno de los portavoces de la Casa Blanca.
Kirby, sin embargo, puntualizó que esa información es provisional y que Estados Unidos sigue buscando los restos de esos objetos para analizarlos y tener una mejor idea de su naturaleza.
“Por ahora, y estoy avisando que es solo por ahora, no hemos visto indicios o nada que apunte a la posibilidad específica de que estos tres objetos sean parte del programa de espionaje de la República Popular China, o que hayan estado implicados en algún tipo de recolección de inteligencia”, ha manifestado en una llamada con periodistas.
Kirby ha revelado que la inteligencia estadounidense está barajando la posibilidad de que los objetos estén ligados a entes comerciales o de investigación y que sean “totalmente benignos”.
¿Cómo eran estos últimos objetos?
En realidad, el Departamento de Defensa ha asegurado que aún no ha podido evaluar qué son los objetos ni a qué país pertenecen. El último tenía forma octogonal, varias cuerdas sueltas y no llevaba ningún tipo de cargamento que pudiera distinguirse, recoge la televisión CNN.
Del que volaba sobre Alaska dijo un portavoz de la Casa Blanca que era un globo, pero “mucho más pequeño que el globo espía chino”, y que apenas llegaba al “tamaño de un coche”, recoge el New York Times. El de Canadá, por otro lado, era un globo cilíndrico y también más pequeño que el hino.
Tampoco han podido detallar cómo se mantienen en el aire, porque no es seguro que sean globos aerostáticos. La cuestión es que, tras el incidente del globo chino, se ha creado una situación de hipervigilancia, y que eleva la tensión con el país asiático.
El globo chino
Por supuesto nos estamos refiriendo a los últimos tres objetos no identificados, puesto que el primero que sobrevoló los cielos norteamericanos el 4 de febrero y que fue señalado como un “aparato metrológico” por los chinos, llegó a sobrevolar Alaska, la costa oeste de Canadá y Estados Unidos, lo que provocó llamamientos inmediatos para que fuera derribado, pero Biden se mostró en un principio reacio a hacerlo, argumentando que podría perjudicar a la población civil.
Finalmente, el globo errante fue abatido por un solo misil aire-aire A9X SideWinder, disparado por un F-22 Raptor de la Fuerza Aérea estadounidense frente a la costa de Myrtle Beach, Carolina del Sur.
Según un comunicado del Gobierno, Washington confía en que el fabricante del globo chino tiene una “relación directa” con el Ejército Popular de Liberación (EPL).
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo que Washington estudiaría la posibilidad de tomar medidas, sin especificar qué acciones está considerando. También contemplaría medidas más amplias para “exponer y abordar” las actividades de vigilancia de mayor envergadura de China.
Lo que Beijing había descrito como una “aeronave civil utilizada con fines de investigación, principalmente meteorológica” fue derribado el sábado frente a la costa atlántica de Estados Unidos. Había sobrevolado emplazamientos militares sensibles. Globos similares habrían sobrevolado los cinco continentes, según la Administración.
Aún así, el Gobierno chino también denunció que al menos diez globos estadounidenses han sobrevolado China en el último año, algo que EEUU niega. La semana pasada, China insistió que el globo era una aeronave meteorológica civil que se había desviado de su ruta; y acusó a Washington de tener una reacción “exagerada” al derrumbarlo.