Decenas de reclusos murieron por torturas, golpes, asfixia mecánica por estrangulamiento, heridas o simplemente dejados morir por falta de atención a enfermedades mortales.
Este es el principal resultado de una exhaustiva investigación realizada por Cristosal, organización en defensa de los derechos humanos en El Salvador.
Esto, luego de un año del régimen excepcional que puso en marcha el Gobierno del presidente Nayib Bukele en su llamada “guerra contra las pandillas”.
El informe hecho público este lunes representa la investigación más contundente realizada hasta la fecha y sus resultados describen un escenario de terror. Dice la nota publicada en el diario El País.
Para llevarlo a cabo, la institución entrevistó a cientos de personas que permanecieron presas durante meses en cárceles bajo el régimen de emergencia.
Asimismo, también entrevistaron a familiares de los internos fallecidos en prisión desde la aplicación de esta medida.
Cristosal también contrastó los testimonios con documentos médicos forenses, documentos policiales y fotografías.
Las autoridades, se han limitado a asegurar que todas las muertes dentro de los penales se deban a causas naturales.
El documento presenta relatos de sobrevivientes de tortura dentro de las prisiones.
Por ejemplo, los obligaron a recoger comida del suelo con la boca, les aplicaron descargas eléctricas o los expusieron a brotes prolongados y no tratados de hongos en la piel.
Muertes de reclusos
Noah Bullock, director de la organización Cristosal, señala que, en 75 casos de los 153 muertos denunciados en la investigación, dice que el “patrón común” registraba la presencia de laceraciones, contusiones que evidencian golpes, lesiones con objetos cortopunzantes o contundentes.
Según el informe, la muerte por asfixia mecánica es una de las causas “más frecuentes” descritas en los informes médico legales.
Uno de los casos más evidentes es el de un hombre de 30 años que fue entregado a sus familiares muerto con un bulto en el cuello.
El parte médico legal dictaminó que falleció por “asfixia mecánica por estrangulamiento”.
También está el caso de un hombre de 42 años que murió en un calabozo o celda policial cuya autopsia determinó como causa de muerte “asfixia mecánica por ahorcamiento”.
La asfixia mecánica o inmersión es uno de los métodos de tortura que fue utilizado en El Salvador por las fuerzas de seguridad durante la guerra civil entre 1970 y 1992.
“Es muy triste ver que el Estado ha recurrido nuevamente a las detenciones arbitrarias y la tortura en nombre de la seguridad nacional”, dijo Bullock.
Otros cadáveres presentaban otros signos de tortura. Tal es el caso de un hombre de 32 años que fue entregado muerto a sus familiares y, en su autopsia, el médico forense determinó como causa de muerte un “trauma torácico cerrado tipo contundente severo”.
Según el reporte, el cuerpo presentaba heridas profundas en el codo, golpes en el antebrazo y una herida de aproximadamente siete centímetros en el lado izquierdo de la cabeza.
Los muertos ocultos
El número de muertos revelado por Cristosal podría quedarse corto, según el mismo informe. La investigación encontró que, en 39 de los 153 casos, los médicos forenses no establecieron claramente la causa de la muerte.
Esto es lo que le sucedió a un joven de 23 años que murió el 18 de abril de 2022: “El cadáver presentaba golpes en varias partes del cuerpo, pies y manos rotas, llagas alargadas como quemadura en la espalda, que muestra que pudo haber sido víctima de tortura”.
Agrega el informe que, “el cuerpo fue entregado a la familia en un ataúd cerrado. El certificado forense estableció que se trató de una muerte súbita”.
El informe también revela que, en algunos casos, la causa de muerte establecida por los médicos forenses no coincide con las condiciones de salud previas de los fallecidos.
Por ejemplo, una mujer de 42 años murió de “choque séptico inmunosupresor por carcinoma nasal”, una especie de ahogamiento provocado por un tumor.
Según la autopsia; pero su familia nunca supo que tenía cáncer. O un hombre de 44 años, agricultor, que estuvo cuatro meses detenido y al cabo del último mes murió en un hospital por “neumonía”.
De acuerdo con las autoridades, su cuerpo presentaba llagas y había perdido mucha sangre. peso al punto de ser “irreconocible” por sus familiares.
Una de las principales demandas de los familiares de los detenidos durante el régimen de emergencia es la falta de información sobre el paradero de sus internos, colocándolos así en una situación de desaparecidos que no son registrados por la justicia.
Además, muchos reclusos que son liberados luego de ser declarados inocentes lo hacen en condiciones deplorables de salud que finalmente provocan su muerte. Siendo un joven de 24 años detenido en mayo de 2023.
Dice el relato de la organización que, tras siete meses encerrado en el penal conocido como Mariona, llamó a sus familiares advirtiendo que se encontraba en estado grave en el hospital con dolores de estómago.
Castigos
El informe también incluye relatos de terror de exprisioneros que permanecieron durante meses en cárceles bajo régimen de emergencia y que finalmente fueron declarados inocentes.
Según los testimonios recogidos en la investigación, el hacinamiento, las golpizas y los malos tratos son pan de cada día en las cárceles de régimen de emergencia de El Salvador.
Un joven de 20 años detenido en el centro de Mariona denunció que un guardia al que llamaban Montana los amenazaba de muerte constantemente.
“Solo si tienen suerte saldrán vivos de aquí”, les dijo. “Mientras estaban arrodillados, les aplicaron descargas eléctricas y uno de ellos incluso le sacó sangre”
Al ingresar al sector donde se iban a alojar los custodios, fueron golpeados nuevamente”, dice el informe.
Otro tipo de tortura dentro de los penales de Bukele tiene que ver con la limpieza y las condiciones de vida de los internos.
Según el estudio, “en algunos casos solo se les permite beber un vaso de agua durante el día”.
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