La enfermera Lucy Letby, ha sido acusada de causar la muerte a cinco niños y dos niñas, así como de intentar asesinar a otros 10 bebés en el hospital Condesa de Chester en Manchester, Reino Unido.
El fiscal Nick Johnson señaló a Letby como una persona con una “presencia malévola constante” en la unidad neonatal del hospital.
La mujer de 32 años rechaza los 22 cargos interpuestos ante el Tribunal.
Una nota de la BBC Mundo, narra que los miembros del jurado escucharon que la enfermera presuntamente trató de matar a un bebé en tres ocasiones, mientras que otro habría muerto como resultado de una inyección de aire.
La mujer habría sido descubierta gracias a que los especialistas del hospital, estaban preocupados porque “los bebés que estaban muriendo se habían deteriorado inesperadamente”.
Los médicos notaron que los bebés que colapsaron “no respondieron a la reanimación adecuada y oportuna” y que otros “decayeron dramáticamente, pero luego, igual de rápido, se recuperaron”.
“Buscando una causa, los especialistas notaron que los colapsos y muertes inexplicables tenían un denominador común y ese era la presencia de una de las enfermeras neonatales; Lucy Letby”, cuentan al medio de comunicación.
El fiscal del caso
El fiscal expuso ante el tribunal cómo los médicos no podían resolver la razón de las decaídas y las muertes, por lo que llamaron a la Policía y realizaron una “revisión minuciosa”.
Dijo el ente acusador que, “esa investigación sugería que en el período entre mediados de 2015 y mediados de 2016, alguien en la unidad neonatal envenenó a dos niños con insulina”.
“La acusación dice que la única conclusión razonable es que alguien envenenó deliberadamente a estos bebés con insulina”, explicaba el funcionario en el juicio.
El fiscal afirmó que nadie pensaría que alguien estaría tratando de matar bebés en una unidad neonatal.
“Hay un número muy restringido de personas que podrían haber sido el envenenador, porque la entrada a una unidad neonatal está muy restringida”, expuso.
El tribunal escuchó que uno de los medios por el cual los niños murieron fue por una inyección de aire en el torrente sanguíneo.
El juicio podría durar hasta seis meses y la defensa habrá de presentar sus argumentos para comprobar si es inocente.
¿Los asesinos nacen o se hacen?
El Dr. Cesare Lombroso, que ha sido llamado “el padre” de la criminología moderna, estudiaba a los delincuentes encarcelados en Turín allá por 1870.
Estaba convencido de los delincuentes estaban un escalón por debajo en la evolución, una regresión a un tipo de hombre primitivo o infrahumano.
Después de años de estudio, llegó a la conclusión de que se podía identificar a un asesino por la forma de su cara y por la longitud excesiva de sus brazos “simiescos”.
La invención de las técnicas de imágenes de resonancia magnética funcional en los años 80 revolucionaron el conocimiento de lo que ocurre dentro de la cabeza.
El primer estudio con escaneo cerebral de asesinos fue realizado en California por el neurocientífico británico Adrian Raine.
Raine había llegado hasta allí atraído no por sus playas sino, tal como él lo explicó, “por el gran número de individuos violentos y homicidas”.
En el transcurso de muchos años el científico y su equipo escanearon los cerebros de numerosos asesinos y casi todos mostraban cambios similares.
¿Pero por qué pasa esto?
Los estudios de Raine sugieren que una de las razones puede ser el abuso infantil, que puede generar asesinos al causar daños físicos al cerebro. El córtex prefrontal es especialmente vulnerable.
Uno de los prisioneros que el neurocientífico escaneó era Donta Page, un hombre que mató brutalmente a una joven de 24 años .
De bebé, Page fue habitualmente maltratado por su madre, y cuando creció las golpizas empeoraron.
Su madre usaba cables de electricidad, zapatos, cualquier cosa que encontrara a mano. No eran golpes de vez en cuando, sino casi a diario.