En la Escuela de Cuidado para Hombres de Bogotá, un programa innovador dirigido por la ciudad, los hombres aprenden a cuidar de sus familias y hogares.
Esto busca que los masculinos den un paso al frente para hacer su parte de las tareas domésticas y el cuidado de los niños, desde cambiar un pañal hasta peinar a sus hijas.
En la último grupo de clase de participantes está formada por todos estudiantes de medicina, pero los inscritos habituales son solo papás.
El programa, el primero de su tipo en Colombia, aborda uno de los aspectos más persistentes de la desigualdad de género a nivel mundial.
La importancia de esta iniciativa
En países de todo el mundo, las mujeres asumen tres cuartas partes de todos los cuidados no remunerados, según un informe de la Organización Internacional del Trabajo.
Y en Bogotá, por ejemplo, las mujeres dedican en promedio cinco horas y 30 minutos al día al trabajo no remunerado, más del doble que los hombres, según un estudio de 2017 realizado por la agencia nacional de estadísticas de Colombia.
Esta división desigual del trabajo doméstico reduce el tiempo que dedican las mujeres al trabajo remunerado, la educación y el cuidado personal.
Esto estaría provocando tasas más altas de pobreza femenina, según un estudio publicado en el Journal of Global Health .
Incluso cuando las mujeres ingresan a la fuerza laboral en mayor número y obtienen mejores salarios.
Frente a esto, los expertos en Colombia dicen que la brecha de género a nivel nacional se ha mantenido prácticamente sin cambios, citando diferencias en las expectativas sociales de hombres y mujeres.
Esto se debe a que las creencias culturales predominantes dictan «que las mujeres están naturalmente mejor preparadas para las tareas domésticas y el cuidado«.
Mientras que los hombres «están mejor preparados para el trabajo remunerado fuera del hogar«, dice el educador Juan David Cortés, líder estratégico de la Care School for Men.
Pero la Care School está comprometida con la creencia de que esas normas se pueden cambiar.
Cómo surgió la idea
La idea de la escuela se originó, en parte, durante la pandemia de covid-19, cuando las madres, que suelen encargarse de todos los cuidados familiares, a menudo enfermaban o, en algunos casos, morían, dejando que sus parejas masculinas asumieran su papel.
Hombres angustiados llamaron a una línea directa para hombres administrada por la ciudad, promocionada en línea, para pedir apoyo.
«Llamaron con el dolor de perder a sus parejas pero también con la frustración de no poder hacerse cargo de sus hijos», dice Cortés en entrevistas con medios locales.
Debido a que muchos hombres no aprendieron habilidades de cuidado cuando eran niños y nunca se esperaba que realizaran las tareas del hogar, quienes llamaban se quejaban de que simplemente no sabían qué hacer.
Desde cuándo funciona la escuela
La escuela abrió sus puertas en 2021 para ayudar a los hombres a aprender habilidades básicas de cuidado y hogar y también a ganar confianza.
En los talleres gratuitos de un día, los hombres practican cómo cambiar pañales y cómo peinar muñecas y maniquíes.
En los programas más largos, de seis a ocho sesiones, los estudiantes aprenden a limpiar el baño, planchar la ropa y lavar los platos.
La capacitación también se combina con conversaciones sobre cómo desafiar las normas de género y las nociones tradicionales de masculinidad.
«Algo fundamental de lo que hablamos en el programa es que hay diversas formas de ser hombres, sin tener que cumplir expectativas«, recalca Juan David Cortés a la opinión pública.
Una tendencia mundial
El enfoque del programa en los hombres sigue una tendencia global.
Durante más de cuatro décadas, organizaciones sin fines de lucro en Estados Unidos han ofrecido capacitación para apoyar a los hombres en su transición a la paternidad y han llevado el modelo a países de todo el mundo.
Una revisión realizada por Equimundo, un instituto de investigación centrado en la igualdad de género, analizó ocho programas de este tipo en 12 países y encontró que eran eficaces para cambiar las actitudes y comportamientos de los hombres hacia el cuidado infantil.
La Care School se basa en este modelo y va más allá del alcance de un programa de paternidad al invitar a hombres de todas las edades a ser cuidadores.
También se gestiona en la ciudad, lo que amplifica su alcance. La ciudad ha gastado el equivalente a medio millón de dólares en el programa desde 2021.
Al principio, la asistencia era baja, pero empezó a repuntar en 2022. Desde entonces, 7.300 hombres han asistido a clases presenciales, según Cortés.
Otros 50.000 hombres completaron la versión en línea del curso y 160.000 vieron la serie de videos de la ciudad sobre el cuidado.
Lo que ha demostrado de que este tipo de iniciativas es necesaria en todo el mundo, en especial en los jóvenes que están metido en le mundo digital y que en muchos casos desconocen como hacer cosas básicas del hogar.
- Imagen de portada tomada/ José Carlos – BBC News Mundo