Lamine Yamal sorprendió al mundo del fútbol no solo por su talento, sino también por su cambio físico en tiempo récord. En el último año creció 10 centímetros y ganó unos 8 kilos de músculo. Este desarrollo le ha dado un físico más fuerte para competir al máximo nivel y destacar como una de las grandes promesas del fútbol europeo.
Un estirón normal a su edad
El traumatólogo Eduard Alentorn, del Instituto Cugat, aseguró que este crecimiento es normal para un jugador de 16 años. En apenas 12 meses, Lamine Yamal pasó de medir unos 170 centímetros a acercarse a los 180. Esto fue posible porque sus placas de crecimiento aún estaban abiertas. Además, el cambio coincidió con su explosión como titular en el FC Barcelona y con su consolidación en la selección española.
Un plan físico hecho a medida
Este cambio no fue casualidad. Con la guía de Xavi Hernández y del equipo físico del club, Lamine Yamal siguió un plan de trabajo diseñado para potenciar su cuerpo sin comprometer su técnica. El programa incluyó ejercicios de fuerza, resistencia y velocidad. También contó con una dieta rica en proteínas y nutrientes esenciales para ganar masa muscular sin perder agilidad. Gracias a esta estrategia, mejoró su potencia y redujo el riesgo de lesiones.
Más fuerza y seguridad en el campo
El aumento de altura y músculo le permitió ganar firmeza en los duelos, proteger mejor el balón y aguantar el contacto físico frente a defensas experimentados. Hoy, Lamine Yamal es más difícil de marcar, y su capacidad para desequilibrar en el uno contra uno sigue siendo su mayor arma ofensiva. Además, ahora puede aportar más en el juego aéreo, algo que antes era una de sus debilidades.
Un futuro prometedor
La combinación de talento, físico y disciplina puede llevar a Lamine Yamal a convertirse en un referente del fútbol mundial en la próxima década. Su cambio en tan poco tiempo demuestra que, con trabajo constante y un entorno profesional que lo cuide, un joven puede alcanzar un desarrollo físico y deportivo excepcional.