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Las amistades más fuertes surgen de odiar las mismas personas o cosas

Un estudio de la Universidad de Texas sugiere que coincidir en lo que rechazamos puede ser más efectivo para crear amistades fuertes que compartir gustos o afinidades.

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Texas reveló que las amistades fuertes no siempre se construyen desde la afinidad. En muchos casos, el origen es un rechazo compartido hacia alguien o algo. Esta coincidencia negativa activa una conexión emocional intensa entre personas que ni siquiera se conocían antes.

Publicada en la revista Personal Relationships, la investigación demuestra que cuando dos personas coinciden en lo que detestan, se forma un “nosotros” frente a un “ellos”. Esa unión emocional basada en desacuerdo puede ser la raíz de una amistad verdadera.

Psicología de la amistad: el poder de coincidir en lo que incomoda

Desde el punto de vista de la psicología de la amistad, coincidir en lo que molesta o desagrada tiene un impacto profundo. Las personas que piensan igual frente a una situación incómoda, una figura pública o una actitud ajena, se sienten comprendidas más allá de las apariencias.

Eso explica por qué muchas amistades fuertes no surgen de la música o las películas, sino de una crítica compartida. Esta conexión, que puede parecer negativa, en realidad permite que se revelen valores, creencias y límites personales con rapidez y claridad.

Relaciones personales que comienzan con una queja

En contextos como el trabajo, la universidad o las redes sociales, es común que las relaciones personales se inicien con una queja en común. Un jefe injusto, una política absurda o un mal servicio al cliente pueden ser suficientes para unir a dos desconocidos bajo una misma postura crítica.

Esto no implica fomentar el conflicto, sino reconocer que el odio compartido puede servir como un catalizador para formar vínculos sociales auténticos. El desacuerdo compartido, si se gestiona con inteligencia emocional, puede transformarse en empatía genuina.

Amistades fuertes no siempre nacen del gusto

La idea de que las mejores relaciones surgen de pasatiempos o intereses similares ha sido cuestionada por los datos. El estudio muestra que, en muchos casos, las amistades fuertes se consolidan más fácilmente cuando existe un punto en común negativo.

Saber lo que alguien no tolera permite entenderlo a un nivel más profundo. Esta información, emocionalmente cargada, actúa como un puente hacia una amistad verdadera, basada en la honestidad y la validación emocional.

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