En abril pasado, Daniel, un joven de 16 años falleció por culpa del fentanilo y que entró a engrosar lo cientos de muertos que a diario mueren por esta droga que está atormentando a las familias norteamericanas en especial, por el gran auge que este opioide ha tenido en este país.
Jaime Puerta padre del occiso, narró a la prensa local que su hijo había muerto en casa por sobredosis de fentanilo mientras estaba solo en la residencia.
El menor de edad busco a través de redes sociales un vendedor de oxicodona, pero como ya es normal en el mercado, se está mezclando con fentanilo para hacerla más fuerte y a mucha gente le gusta, lo que genera un amplio consumo.
“El fentanilo no discrimina. No está matando a adictos a las drogas, sino a personas que son no adictos”, cuenta Puerta, quien dirige la fundación ‘Víctimas de las Drogas Ilícitas’.
Quien además agrega que “los niños, niñas y adolescentes están acudiendo a esta droga por primera vez, porque quieren experimentar y ver cómo se siente eso”.
Dijo el hombre que: “Antes que le pasa esto a mi hijo ya era un tema que tenía presente, pero ahora que falleció estoy más inspirado, con la finalidad de que el fentanilo no se lleve a otros jóvenes en los Estados Unidos”.
La preocupación
Jaime Puerta, explicó que el fentanilo ya está en varias presentaciones y esto lo hace más difícil de rastrear, por lo que las autoridades “cada día la tendrán más difícil y por ende tendremos más muertos porque esta droga puede matarte en tu primer consumo y listo”.
Por lo tanto, Puerta dijo estar verdaderamente preocupado, porque Estados Unidos no pareciera poder controlar una situación que cada vez se vuelve peor para la sociedad.
La situación que narra Jaime es que hay jóvenes de entre 11 y 16 años de edad en los Estados Unidos que quieren experimentar con drogas por primera vez y están sufriendo una crisis emocional.
Para algunos expertos estos jóvenes no cuentan con la capacidad para sobreponerse a las cosas malas y muchos menos cuando son influenciados por algunas personas cercanas que dicen ser sus amigos.
Estados Unidos el mejor referente
El país estaría viviendo una situación peor que con el auge de la cocaína y que ha llevado a que los padres hagan de todo para mantener al margen a sus hijos de esta situación tan catastrófica.
Para algunos, la cantidad de muertos en el país suman un 9-11 cada mes, porque en realidad está siendo devastador y no pareciera que se estén haciendo mayores esfuerzos por frenar la distribución del fentanilo.
“A los jóvenes que están acudiendo a las drogas por primera vez porque quieren experimentar y si consiguen esa pastilla que tiene dos miligramos o más de fentanilo, los va a matar”, explicó Jaime Puerta.
Quien además subrayó que falta una política de campañas de prevención a través de medios de comunicación, de escuelas de comunidades y en todas las esferas de la sociedad posible, porque esto ataca a todo tipo de personas sin importar su puesto social o raza, religión o ideas políticas.
Colombia, en la mira del fentanilo
Colombia se estaría convirtiendo en un punto de referencia para distribuir la mercancía a otros países de la región para poder venderla finalmente en las calles de toda Suramérica.
El consumo de este opioide no es una conducta ilegal en esta región.
En este país, como en gran parte del mundo lo usan para calmar intensos dolores bajo estrictos protocolos de seguridad por su alto potencial adictivo.
Sin embargo, en la actualidad se está mezclando con otras drogas y esto lo está haciendo que sea mortal y más comercial que la coca porque al parecer sería más económico.
Así las cosas, el gobierno colombiano ya prendió las alarmas y aunque reconoció que desde hace varios años se viene vendiendo en el país el fentanilo, recalcaron que no hay puntos de laboratorios en el país sobre esta droga sintética.
Las primeras ciudades en recibir este opioide en sus calles fueron Cartagena y Bogotá a mediados del año 2022 o por lo menos donde se hizo público.
Ahora Medellín y Barranquilla son otras ciudades que también entran en la mira del fentanilo para ser invadidas.
- Imagen de portada tomada/ Wiscon Sinwatch