Cómo comprar ropa reduce el estrés según la ciencia
En redes sociales circula la idea de que comprar ropa nueva al menos una vez por semana garantiza menos estrés y más felicidad. Aunque no hay estudios que respalden cifras como “80 % menos estrés” o “10 años más felices”, sí existen investigaciones que muestran cómo comprar ropa reduce el estrés y mejora el estado de ánimo de manera temporal.
Los expertos llaman a este fenómeno retail therapy. Consiste en usar las compras como un mecanismo emocional que ofrece alivio frente a la tensión cotidiana.
Estudios sobre compras y bienestar emocional
Investigadores como Kim et al. (2023) explican que comprar ropa durante períodos de estrés puede proporcionar sensación de control y disminuir la tensión. En otro trabajo, Thomas et al. (2024) revisó la relación entre estrés y compra compulsiva, concluyendo que, en algunos casos, comprar ropa reduce el estrés, pero si se convierte en hábito excesivo, puede generar el efecto contrario.
Además, fuentes médicas como Cleveland Clinic señalan que las compras ocasionales liberan dopamina y endorfinas, neurotransmisores asociados al placer y la satisfacción. Esto explica por qué muchas personas experimentan una mejora inmediata en su ánimo tras adquirir prendas nuevas.
Beneficios de comprar ropa con moderación
Los especialistas coinciden en que comprar ropa reduce el estrés cuando se hace con moderación. Entre los principales beneficios destacan:
- Eleva el ánimo de forma puntual
- Proporciona sensación de control personal
- Genera placer gracias a la liberación de neurotransmisores
- Ayuda a disminuir tensiones emocionales del día a día
Estos efectos positivos son reales, pero temporales. No garantizan felicidad duradera ni mejoras permanentes en la calidad de vida.
Lo que debes tener en cuenta antes de ir de compras
Aunque comprar ropa reduce el estrés de forma puntual, cuando se convierte en un hábito semanal sin control puede traer consecuencias negativas. Los expertos en salud mental advierten que la compra compulsiva está asociada con ansiedad, endeudamiento y sentimientos de culpa.
El bienestar a largo plazo no depende de acumular prendas, sino de factores como mantener relaciones saludables, cuidar la alimentación y realizar actividad física. Las compras pueden complementar estos hábitos, pero nunca reemplazarlos.