Durante años, el hombre siempre ha estudiado lo que separa al hombre de los animales y en ese orden las ciencias de la antropología, la biología y la sociología han tratado de resolver este interrogante.
Pero fue hasta la llegada de la inteligencia artificial (IA) que se generó una nueva discusión entre el ser humano y sobre lo que lo diferencia de las máquinas.
Pero sobre la IA se ha desatado una discusión mayor, ya que esta es una herramienta o tecnología creada por el mismo ser humano.
Por eso desde Q’Pasa te contaremos sobre algunos aspectos que separan a la inteligencia artificial de los seres humanos.
La generación espontánea
Entre las acciones más destacadas que separan las personas de la inteligencia artificial y que creo que todos podemos estar de acuerdo sin necesidad de entrar en un debate extenso sobre esta figura.
Y es que la espontaneidad de los seres humanos es algo que sin duda alguna no podrán igualar, ya que las máquinas saben obedecer, pero no como podrán atender una situación de conflicto o discusión entre dos personas que estén en medio de una situación sentimental por citar un ejemplo.
Los humanos tenemos la capacidad de actuar con nuestro impulso en diferentes áreas de la vida y entre ellas está la artística, en la que de un día a otro podemos tener ideas mágicas en la pintura, la música, la actuación y otros aspectos que nos muestran muchos resultados positivos de nuestros impulsos.
En ese sentido los humanos podemos generar momentos o inspirarlos de acuerdo al tiempo, modo y lugar, para generar una nueva y gran o amarga experiencia de acuerdo a las intenciones que se tengan.
Por ello, no hay inteligencia artificial que valga, ya que no es posible para ella leer las emociones de ninguna persona y solo actúa bajo órdenes o parámetros que le dicta su sistema.
Los científicos de la Universidad de Zaragoza, Miguel Aguilera y Manuel Bedia, concluyeron que podría existir una muy mínima posibilidad de que la IA se adapte a los entornos.
La regla de la ética
Este es otro aspecto que sin duda alguna nos mantendrán a años luz antes de que la inteligencia artificial pueda pensar en una de sus decisiones desde el punto de vista ético.
Pues ya que ellos solo son un circuito que hace la tarea para la que se le programa y que por lo tanto, no siente ni genera ninguna emoción
Recordemos que tener criterio ético es lo que nos sirve para decir entre que está bien y que está mal, lo que es muy relevante para nuestra sociedad y el orden de la misma, desde el rol de la familia e incluso de la Justicia.
Lo más cercano a la ética que tienen estas máquinas son las personas que la programan y que les dirán qué deben hacer y que no deben hacer durante su funcionamiento a favor o en contra de los humanos o incluso en relación a otros robots como ellos.
El físico José Ignacio Latorre dice en su libro “Ética para máquinas” que en un futuro muy lejano las maquinas o la inteligencia artificial se sentará con los mandatarios de los países para tomar las decisiones a las que haya lugar.
La intención solo puede ser humana
En lo relacionado con la intención, como acción humana, hay que mencionar que tiene una muy estrecha relación con la ética y la moralidad humana, que es algo de lo que carece la inteligencia artificial.
La filósofa Elizabeth Anscombe, dijo en su reciente libro “Intención”, que solo desde lo psicológico se puede llevar el concepto de intención desde los seres humanos.
La escritora señala que sin duda se puede decir que la intención es una fiel característica de la moral humana y de la que está lejos o imposible dice la filósofa de que una maquina pueda llegar a ella.
En conclusión, para Elizabeth es realmente imposible de que haya la posibilidad de que se pueda separar la intención de lo moral y por tanto del ser humano y por ende lo aleja cada más de las maquinas.