Publicidad

Los científicos anuncian que los úteros artificiales para bebés prematuros estarían cada vez más cerca de ser una realidad

Los expertos esperan poder avanzar en esta idea para brindarle mejores condiciones a los recién nacidos que nacen bajo esta condición.

Científicos del Hospital Infantil de Filadelfia (CHOP) en Pensilvania están proponiendo que bebés humanos sacados del vientre de sus madres sean criados en cápsulas llenas de líquidos para los bebés en riesgo de prematuridad extrema

Los expertos, están desarrollando lo que ellos llaman un “útero artificial”, o un entorno extrauterino para el desarrollo del recién nacido (Extend), para ser más precisos.  

Esta idea tiene como objetivo ayudar a aumentar la tasa de supervivencia de los bebés extremadamente prematuros, que enfrentan una plétora de posibles efectos sobre la salud a lo largo de sus vidas. 

Un embarazo sano típico dura alrededor de 40 semanas y se considera que el bebé ha llegado a término a las 37 semanas.  

Sin embargo, a veces surgen complicaciones durante el embarazo que pueden hacer que el bebé tenga que nacer antes de tiempo.  

Afortunadamente, gracias a los enormes avances en la medicina neonatal de las últimas décadas, la mayoría de los bebés prematuros sobreviven y reciben el alta con pocas complicaciones.  

Según la información ventilada a la opinión pública, el 30% de los pacientes de 22 semanas de gestación sobreviven si reciben cuidados intensivos. 

Lo que padecen algunos recién nacidos 

Los bebés que nacen en el umbral de la viabilidad suelen enfrentarse a graves problemas de salud.  

Estos bebés pesan menos de 2 libras (900 gramos) al nacer y órganos esenciales como el corazón, los pulmones, los órganos digestivos y el cerebro aún no están lo suficientemente desarrollados como para mantenerlos con vida sin cuidados médicos intensivos. 

Entre las complicaciones a corto plazo que suelen presentarse se encuentra la enterocolitis necrosante (ECN), una enfermedad grave en la que los tejidos del intestino se inflaman y comienzan a morir.  

- Patrocinado -

Los bebés de esta edad también son muy propensos a sufrir infecciones, sepsis y choque séptico, una caída de la presión arterial potencialmente mortal que puede dañar los pulmones, los riñones, el hígado y otros órganos. 

Mientras tanto, los problemas a largo plazo que pueden afectar a los bebés extremadamente prematuros incluyen parálisis cerebral, dificultades de aprendizaje moderadas a graves, problemas de visión y audición y asma. 

Incluso la misma tecnología diseñada para salvar la vida de los bebés (soporte de oxígeno y ventilación) puede dañar sus frágiles pulmones. 

“A esa temprana edad gestacional los pulmones aún están desarrollándose y deberían estar llenos de líquido”, dice George Mychaliska, profesor de cirugía, obstetricia y ginecología en el Hospital de Niños CS Mott de la Universidad de Michigan. 

Lo que provoca esta condición en los bebés 

Al pasar del tiempo, las lesiones provocan cicatrices en los pulmones y una afección conocida como displasia broncopulmonar o enfermedad pulmonar crónica.  

Los niños suelen salir del hospital necesitando oxígeno a largo plazo y requieren ventilación mecánica durante el resto de sus vidas. La ventilación también puede aumentar el riesgo de ceguera retiniana.  

Los vasos sanguíneos que alimentan la retina del ojo no están completamente formados hasta cerca del nacimiento.  

Demasiado oxígeno puede desencadenar el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos anormales, lo que en última instancia puede provocar un desprendimiento de retina. 

- Patrocinado -

La idea detrás de los úteros y placentas artificiales es eliminar por completo los pulmones de la ecuación, lo que le da tiempo al feto para continuar desarrollándose en un entorno seguro hasta que el bebé esté listo para respirar por primera vez. 

Lo que busca este nuevo proceso 

Hay tres grupos principales trabajando en esta tecnología.  

Los tres se inspiran en una terapia existente llamada oxigenación por membrana extracorpórea (Ecmo), un tipo de soporte vital artificial que puede ayudar a una persona cuyos pulmones y corazón no funcionan correctamente.  

En la Ecmo, la sangre se bombea fuera del cuerpo del paciente a una máquina que elimina el dióxido de carbono y agrega oxígeno. Luego, la sangre oxigenada se envía de regreso a los tejidos del cuerpo. 

Este método permite que la sangre “evite” el corazón y los pulmones, lo que permite que estos órganos descansen y se curen.  

Aunque la ECMO se puede utilizar en bebés mayores, no es adecuada para bebés extremadamente prematuros. Los tres equipos están tratando de miniaturizar y adaptar la tecnología. 

Sin embargo, existen diferencias sutiles entre los distintos dispositivos en desarrollo. 

Su proceso en las capsulas  

Desde los científicos dirigidos por el cirujano fetal Alan Flake, planearían sumergir a los bebés prematuros en cápsulas llenas de líquido diseñadas para imitar el líquido amniótico del útero.  

Luego, los cirujanos conectarían los diminutos vasos sanguíneos del cordón umbilical del bebé a un dispositivo similar a un Ecmo. La sangre se bombea por el sistema utilizando el corazón fetal, tal como ocurre en la naturaleza. 

En un ensayo reciente con placenta artificial, los corderos prematuros mantenidos en la máquina sobrevivieron durante 16 días antes de ser transferidos de manera segura a ventilación mecánica.  

Durante este tiempo, sus pulmones, cerebros y otros órganos continuaron desarrollándose bien. 

  • Imagen de portada tomada/Getty Images
Publicidad