Rounders una película sobre dos jóvenes que viven de apostar, que si no identificas al blanco fácil durante la primera media hora en una partida de cartas, el blanco fácil eres tú.
Pero más allá de la acción de apostar, se encuentra la vida sin artificios, la derrota, la ludopatía y el derroche que deja en ocasiones este tipo de espacio en diferentes partes del mundo.
En España un estudio pudo establecer que el 49,29% de los españoles apuestan en juegos de azar. La epidemia de las casas de apuestas ha sumado a mucha gente a lo que muchos llaman un vicio.
Y que se nutre fundamentalmente de cupones de lotería (81% de los jugadores) de una manera más o menos inofensiva.
Pero que poco a poco se enreda entre los más jóvenes a causa de la ebullición de las apuestas online, que ya engloba a casi el 20% del total de los involucrados, y que tiene un mayor riesgo de adicción o ludopatía.
Esta práctica de apostar ocupa todos los grados socioeconómicos que van desde los más pudientes hasta los de menos recursos que cada vez aumentan mucho más y que ya supera el 50%. Es decir, los pobres son lo que más gastan en apuesta, pero los que menos ganan.
Datos del estudio
El estudio de Prevalencia de Juego de 2022-2023 elaborado por el Ministerio de Consumo que establece como conclusión principal que el 12% de los jóvenes de entre 18 y 25 años que participa en apuestas online desarrolla problemas con el juego y el 50% de ellos son de calse media baja.
Y aunque hombre y mujeres apuestan casi por igual, los hombres son más constantes, mientras las femeninas lo hacen una vez por semana, los masculinos podrían llegar hacerlo hasta tres días por semana.
El 76% de los jugadores son hombres, con mayor incidencia entre la población más joven.
De los corredores de apuestas, el 6,29% tiene entre 18 y 25 años, el 11,69% entre 26 y 35 años y otro 17,85% lo representa población entre 36 y 45 años.
Los números crecen al analizar únicamente a quién apuesta por Internet. El 22,37% de los que juegan online tiene entre 18 y 25 años, y otro 47% está entre los 26 y 45 años, según dicen los datos del gobierno español.
Las cifras
Los encargados de la encuesta también lograron mostrar la diferencia por comunidades autónomas y las diferencias son notables.
La región donde hay más personas pobres participando en juegos de azar es Extremadura, con un 67,81% de sus ciudadanos.
En cabeza también está Asturias con el 64,6%, le sigue Murcia con el 63,81, Cantabria con el 62,03 y Madrid con el 61,75%.
Dentro de la península, el lugar donde más se resiste al juego es Galicia, donde el dato se queda en un 37,5% del total de personas pobres que dedican tiempo a los juegos de azar.
Hay que mencionar que existen dos mundos para los juegos; el virtual y el presencial, donde la quiniela y las diferentes loterías acaparan casi todo el espacio.
De hecho, la diferencia es tal que el 59,65% de los jugadores online son solteros y un 40% de ellos de bajos recursos, en cambio, al pasar al mundo terrenal, la mayoría, el 56%, son casados teniendo un 30% de ellos pobres.
Cuánto se gastan
El gasto más habitual es de unos 10 euros al mes, respuesta que dan el 61% de los apostadores, aunque hay casi un cinco por ciento (4,53%) que gasta entre 50 y 100 euros al mes en apuestas y loterías.
Mientras que en relación a la adicción genera el juego, se destapa una prevalencia muchísimo mayor entre quienes apuestan y quienes juegan a la lotería, que apenas revelan síntomas de riesgo.
Dicen los datos que el 8,15% de los que apuestan a todo lo que no es lotería tienen síntomas de ser jugadores de riesgo, y entre los jugadores online, la prevalencia crece hasta el 11,54% (frente al 1,77% de los presenciales).
Pero la preocupación en términos generales es que los apostadores más constantes que pierden son pobres, porque al parecer no lo hacen con conciencia, si no con la mirada de divertirse y ya, pero ellos no lo deberían hacer así, porque no cuentan con los recursos.
Es decir, deberían ser más consciente de sus movimientos al momento de apostar, para poder ganar y así poder seguir apostando con el dinero que ganaron y no el de su sueldo.