Un atroz crimen se registró en Egipto, donde según las autoridades una madre habría descuartizado a su hijo de cinco años para “comérselo”.
El Ministerio Público de ese país, informó que la mujer fue puesta tras las rejas al ser acusada de “matar a su hijo de cinco años de manera premeditada con un hacha”, un crimen que ella misma admitió ante el interrogatorio de la Fiscalía.
El informe policial dice que el crimen sucedió en la ciudad de Faqus, en el norte de Egipto, donde la acusada “mató a su hijo, lo descuartizó, y escondió las partes de su cuerpo dentro de la vivienda”.
Las autoridades siguen investigando el suceso y el móvil del asesinato, y han encontrado el arma con la que se produjo el crimen.
La prensa egipcia reseñó que la mujer, de unos 30 años, descuartizó al menor con un “cuchillo de carnicero” e introdujo varias de sus extremidades en una olla para cocinarlo y comérselo.
Un caso similar
Una mujer belga que asesinó a sus cinco hijos fue sometida a la eutanasia, 16 años después de los crímenes.
Genevieve Lhermitte asesinó a sus cuatro hijas y a su hijo, de entre 3 y 14 años, en la ciudad de Nivelles el 28 de febrero de 2007, mientras el padre de los niños se encontraba fuera de casa.
Luego trató de quitarse la vida pero fracasó, y terminó llamando a los servicios de emergencia para pedir ayuda.
La mujer de 56 años fue sentenciada en 2008 a cadena perpetua. En 2019, fue trasladada a un hospital psiquiátrico.
En Bélgica, la ley permite que las personas elijan la eutanasia si se considera que padecen un sufrimiento psicológico “insoportable” e incurable, y que no es solo físico.
Los asesinatos y el juicio posterior sacudieron a Bélgica.
Durante el juicio, los abogados de Lhermitte argumentaron que tenía un trastorno mental y que no debía ser enviada a prisión. Sin embargo, el jurado la encontró culpable de asesinato premeditado y la condenó a cadena perpetua.
En 2010, Lhermitte presentó una demanda civil exigiendo hasta US$2,6 millones a un psiquiatra, alegando que no logró evitar los asesinatos, pero terminó abandonando la batalla legal después de 10 años.
En 2022, unas 2.966 personas murieron por eutanasia en Bélgica, un aumento del 10% en comparación con 2021.
Los datos crueles
Que un padre o una madre asesiné a su propio hijo, ocurre con una frecuencia lamentable en Estados Unidos. Y las madres tienen casi la misma probabilidad de hacerlo que los padres.
Por supuesto que nos sorprende siempre que oímos otra historia sobre un padre o una madre que le quitó la vida a su propio hijo.
Un estudio de la revista Forensic Science International analizó los casos de filicidio cometidos entre 1976 y el 2007 y halló que cada año ocurrieron cerca de 500 en Estados Unidos.
Casi el 72% de los niños que fueron asesinados por sus propios padres tenían 6 años o menos.
Un tercio de las víctimas solo eran bebés de 1 año o menos.
Pero más del 13% de las víctimas eran adultos, específicamente personas entre 18 y 40 años. Así que la amenaza del filicidio no se aleja cuando la gente crece y se independiza.
El 41,7%% de los asesinos fueron mujeres, mientras en el 58,3% de los casos fueron hombres.
Las razones
Timothy Mariano, autor principal del estudio, ofreció tres teorías sobre las razones que llevan a cometer un crimen tan execrable:
- Los padres suelen tener enfermedades mentales, suelen tener altos niveles de testosterona o consideran que su descendencia no era deseada.
- El psiquiatra forense Phillip J. Resnick, pionero en la investigación de los casos de filicidio, ha identificado cinco grandes razones:
Altruismo: un padre o una madre mata a su hijo porque considera que es lo mejor para el niño o niña. Puede estar basado en algo real (que el hijo sufra una enfermedad terminal, por ejemplo).
Psicosis aguda: un padre o una madre mata a su hijo porque tiene ideas que no son compatibles con la realidad. Por ejemplo, cree que su hijo está poseído por el demonio.
Hijos no deseados: un padre o una madre mata a su hijo porque lo ve como un obstáculo, como un estorbo.
Accidental: la muerte del hijo o hija es el resultado involuntario del abuso físico por parte de los padres.
Venganza conyugal: el padre o la madre mata a su hijo es un esfuerzo por vengarse de su pareja.
- Imagen de portada tomada/ Blu Radio