Una desaparición que conmovió a todo un país
En enero de 2019, la historia del niño que fue salvado por un oso conmovió a Estados Unidos. Casey Hathaway, de tres años, desapareció mientras jugaba cerca de la casa de su abuela en la comunidad rural de Ernul, en Carolina del Norte. Durante dos noches soportó temperaturas heladas antes de ser hallado con vida por los equipos de rescate.
Las autoridades del condado de Craven organizaron una búsqueda masiva con helicópteros, drones y cientos de voluntarios. El tercer día, un grupo de rescatistas lo encontró enredado entre arbustos, mojado, con signos leves de hipotermia pero consciente. Casey fue trasladado a un hospital local, donde confirmaron que se recuperaría por completo.
El relato del pequeño que habló de un oso
Lo que más sorprendió fue su testimonio. Casey aseguró que un oso lo acompañó durante todo el tiempo que estuvo perdido y que lo mantuvo a salvo del frío. El sheriff del condado, Chip Hughes, confirmó que el niño mencionó tener “un amigo en el bosque que era un oso”.
Aunque los investigadores no hallaron evidencia que confirmara la presencia del animal, tampoco encontraron señales de otra persona o peligro. La zona donde Casey fue hallado está habitada por osos negros, una especie común en Carolina del Norte, lo que hace posible que uno estuviera cerca, aunque su comportamiento protector sigue siendo un misterio.
Una historia que recorrió el mundo
La historia del niño que fue salvado por un oso se volvió viral y fue publicada por medios como The Guardian. En redes sociales, muchos interpretaron la figura del oso como un símbolo de esperanza y protección.
Más allá del misterio, lo cierto es que Casey sobrevivió en condiciones extremas. Pasó dos noches a la intemperie, sin abrigo ni alimento, y resistió temperaturas bajo cero. Su recuperación fue considerada por las autoridades como un verdadero milagro.
Entre la imaginación y la fe infantil
Aunque nunca se comprobó si el oso realmente lo acompañó, el caso de Casey Hathaway sigue siendo un ejemplo de resistencia y esperanza. Su relato refleja la fuerza de la mente infantil y la capacidad de encontrar refugio incluso en los momentos más duros. La historia del niño que fue salvado por un oso quedó grabada como un recordatorio de que la vida puede aferrarse incluso cuando todo parece perdido.
