Un pez robot que captura microplásticos fue diseñado por una estudiante del Reino Unido. El prototipo, inspirado en la forma y los movimientos de un pez real, busca filtrar las diminutas partículas plásticas que contaminan mares y ríos y que son casi imposibles de retirar con métodos convencionales.
El desafío de los microplásticos
Los microplásticos provienen de la descomposición de botellas, bolsas y fibras textiles. Su tamaño microscópico hace que lleguen al agua potable, a los océanos e incluso a la cadena alimenticia humana. Este problema ambiental afecta tanto a la fauna marina como a la salud de las personas y se ha convertido en uno de los grandes retos globales.
Cómo funciona el pez robot
El diseño, presentado por la estudiante Eleanor Mackintosh en el concurso Natural Robotics Contest, propone un pez robótico impreso en 3D y controlado a distancia. Sus branquias incluyen una malla muy fina que permite que el agua circule y, al mismo tiempo, retiene los microplásticos.
A diferencia de lo que algunos titulares exageran, el pez no “come” plásticos ni los degrada, sino que los captura como residuos. Una vez lleno, el filtro se retira para eliminar el material recolectado.
Innovación con potencial
Por ahora el pez robot es un prototipo, pero su propuesta ya generó interés internacional. La idea muestra cómo la bioinspiración y la robótica pueden integrarse en soluciones ambientales. Con mejoras de diseño, podría usarse en diferentes entornos acuáticos y contribuir a reducir la acumulación de partículas plásticas.
Una señal de esperanza
Aunque todavía no se aplica a gran escala, el pez robot microplásticos refleja el impacto de la creatividad estudiantil en la lucha contra la contaminación. Este tipo de proyectos recuerda que la innovación tecnológica puede abrir caminos hacia un futuro con aguas menos contaminadas y ecosistemas más limpios y sanos.