Una ola de calor que asfixia a Brasil estableció nuevos récords este fin de semana.
El índice de calor de Río de Janeiro alcanzó los 62,3 grados centígrados, el más alto en una década, dijeron las autoridades meteorológicas.
El índice de calor mide cómo se siente una temperatura, teniendo en cuenta la humedad.
La temperatura máxima real en la ciudad fue de 42 ºC, informó el sistema meteorológico Alerta Río.
El récord de 62,3 °C se registró en el oeste de Río y fue la «marca más alta» desde el 2014.
Esto se ve reflejada en la concurrida asistencia a las playas de Ipanema y Copacabana que viven repleta de personas por este fenómeno natural.
Hay preocupación
El récord anterior del índice de calor se estableció en noviembre del año pasado cuando alcanzó los 40,3 °C según las autoridades locales.
Mientras tanto, las lluvias extremas están causando estragos en el sur del país y se prevé que continúen la próxima semana, según se lee en la prensa local.
«La semana será de muy alto riesgo en el centro-sur de Brasil por intensas lluvias y tormentas”, según informó la agencia de información meteorológica MetSul.
Asimismo, los expertos señalan que para los próximos meses podría registrarse el llamado frente frío.
Este es un fenómeno muy intenso que llegará con lluvias torrenciales y posibles vendavales.
El calor y el dengue
Brasil marcó el inicio de 2024 registrando una duplicación de los casos de dengue, la enfermedad transmitida por mosquitos cuyos síntomas pueden ser incapacitantes.
Según la Organización Mundial de la Salud, Brasil tuvo el mayor número de casos de dengue del mundo en 2023, con 2,9 millones de los 5 millones de casos registrados.
El aumento de los casos de dengue es sólo uno de los impactos en la salud que está experimentando el país más grande de América Latina.
Esto a medida que afecta el cambio climático, exacerbado por el fenómeno de El Niño que se produce por el calentamiento periódico de la superficie del océano.
En 2023, debido a El Niño, la región norte de Brasil registró menos lluvia de lo esperado y enfrentó una sequía histórica.
Parte de la población tuvo que almacenar agua para su consumo, lo que, a su vez, aumentó el número de lugares con agua estancada y posibles criaderos de mosquitos.
Al mismo tiempo, el sur del país sufrió varias inundaciones. El intenso volumen de agua provocó un aumento en el número de lugares con acumulación de líquido, lo que también incrementó los criaderos.
Experto
Jean Ometto, coordinador científico de AdaptaBrasil, que monitorea los impactos del cambio climático en Brasil.
Este dice que el cambio climático está provocando una proliferación de mosquitos y el agravamiento del dengue y otros arbovirus como el Zika y el chikungunya.
Con Brasil todavía bajo los efectos de El Niño en el primer semestre de este año, las perspectivas son preocupantes.
Según Ethel Maciel, epidemióloga y Secretaria de Salud y Vigilancia Ambiental del Ministerio de Salud, los casos de dengue podrían llegar a 5 millones de notificaciones este año sin intervención.
El gobierno federal anunció la implementación de una sala nacional de control de arbovirus, que funcionará las 24 horas del día y brindará una respuesta coordinada con estados y municipios ante la actual situación.
El dato
Brasil es uno de los 14 países que utilizan el método Wolbachia, promovido por la organización sin fines de lucro World Mosquito Program.
Los mosquitos Aedes aegypti se crían con una pequeña bacteria natural llamada Wolbachia y luego se liberan al medio ambiente para reproducirse con los mosquitos locales.
Poco a poco se va estableciendo una nueva población, cuando está presente en el insecto, la Wolbachia previene que los virus del dengue, Zika, chikungunya y fiebre amarilla urbana se desarrollen en su interior.
En Brasil, el proyecto se lleva a cabo en colaboración con Fiocruz y se implementó en cinco municipios.
Este año se ampliará a seis ciudades más. Un ejemplo exitoso se registró en la ciudad de Niteroi, en el estado de Río de Janeiro.
Los datos de 2021 mostraron una reducción del 60% en los casos de dengue y una reducción del 60% en los casos de chikungunya.