En una reciente entrevista con la revista colombiana Cambio el presidente de Colombia Gustavo Petro, respondió una de las críticas que más le han realizado desde la oposición y desde lo que él llama “la prensa amarillista y vendida a los poderosos del país”.
El mandatario del país suramericano dijo que no está enfermó como especulan “algunos por ahí” y que sus ausencias en reuniones se dan por distintas razones a las divulgadas en redes y medios de comunicación.
Petro dijo que su agenda no la maneja él o uno de sus amigos, la maneja un asistente que “necesita sacarte todo el provecho posible para un momento que de seguro no se va a volver a repetir en otra oportunidad y eso hace los días sean extenuantes”.
Ahora bien, Petro aseguró que la única razón por la que llega tarde o por la que no llega a varias reuniones es porque “quiero dedicarle a cada reunión el tiempo que se requiere o que se necesite para resolver de fondo, porque de lo contrario las cosas no van a cambiar y seguirán igual o peros después de la reunión”.
Petro se siente vigilado
Para el presidente de los colombianos, en comparación con otros presidentes que andaban de parrandas en la Casa de Nariño, “nunca les decían nada, no había una prensa encima, pareciera que yo tuviera que estar vigilado de forma especial por ser de izquierda”.
Lo cierto, es que los medios de comunicación según el presidente “están al lado mío como si fueran Policías y cualquier cosa que hago lo quieren volver noticia, simplemente porque soy yo, como si yo no pudiera estornudar si quiera porque es de mala educación y ya eso es tendencia porque ellos lo proponen”.
Según Petro “si mañana los medios se proponen hacer noticia que yo me caí, eso se vuelve tema de discusión y exacerban siempre al público en mi contra y no importa lo que yo haga siempre estará mal, si llego a tiempo, la ropa que uso o cualquier detalle insignificante que le quita relevancia a temas más cruciales del país”.
El presidente cree que la prensa debe gastar sus energías en otros temas que son de interés general y que de seguro le sirven más a la gente que saber “si llegó tarde o no, porque además cuentan una sola parte de la historia y eso si deja en evidencia su amarillismo en un grupo de medios que están sesgados, no todos”.
Las ausencias de Petro
El presidente casi siempre llega tarde a sus citas, a veces con horas de retraso, y muchas otras no aparece.
En el año que lleva de mandato, sus cancelaciones o ausencias se cuentan por decenas, no hay una semana en la que su agenda se cumpla, con desplantes clamorosos que han convertido el asunto en un tema de Estado.
Lo cierto es que todos dentro y fuera de la casa presidencial hablan del tema y algunos sienten vergüenza, mientras que otros entienden la situación y los planteamientos que hace acerca del tema el mismo presidente.
Una persona que trabajó durante meses en su círculo de confianza asegura que parte del problema está en que el presidente no mide el tiempo y le gusta pararse a hablar con cualquier persona.
Lo cierto, es que, para muchos, esta situación no debería ocurrir a cada momento, porque es el presidente y debería dar ejemplo de cumplimiento en detalles mínimos como estos.
Examen médico obligatorio
Los opositores de Petro han encontrado un filón en estas ausencias, de los que en muchos casos no hay más explicación que el cambio a última hora de un acto de agenda privada.
Un grupo de parlamentarios presentó una proposición en el Senado para obligar al presidente a someterse a un examen médico para determinar su estado de salud.
Frente a esta situación el mandatario respondió en su momento de forma categórica en su cuenta de X diciendo que: “Ahora quieren confundir el que no vaya a un evento a que tengo supuestas enfermedades. No, señores, al presidente no lo pueden llevar a groseras encerronas”.
- Imagen de portada tomada/ Vanguardia Liberal