Un nuevo hecho asociado con la revolución tecnológica está siendo el centro de protestas en Estados Unidos, y es que sin duda las joyas del cine de la ficción con tramas absolutamente futuristas y que parecían imposibles de volverse reales, hasta hoy, se está convirtiendo en realidad.
Se trata de la implementación de ´robots asesinos´ por parte de la policía de San Francisco. Dado al alto aumento de la criminalidad en la ciudad, la policía desea usarlos como último recurso en situaciones extremas.
Los ´robots asesinos´
Autoridades locales precisaron que, si uno de dos altos oficiales del Departamento de Policía de San Francisco lo autoriza, robots armados pueden entrar en acción contra personas sospechosas en situaciones violentas como tiroteos o atacantes suicidas.
“El uso de robots en situaciones potencialmente mortales es el último recurso”, dijo hace dos semanas William Scott, jefe de la Policía de San Francisco. “Vivimos en tiempos en que la impensable violencia se vuelve un estado común. Necesitamos poder salvar vidas y evitar tragedias en nuestra ciudad”, agregó.
El Departamento de Policía de San Francisco cuenta con varios tipos de robots en su flota. Manejados de forma remota, y solo actuarían “en situaciones con explosivos, incidentes con materiales nocivos y otro tipo de eventos en los cuales los oficiales necesitan mantener una distancia segura para controlar la situación”, explicó la entidad.
Las nuevas reglas de la ciudad permiten el uso de robots para lanzar una carga explosiva con la finalidad de penetrar en una estructura donde haya un sujeto armado o violento e incapacitar o desorientar a quien represente un riesgo o amenaza contra la vida y que los robots equipados de esta manera sólo serían utilizados para prevenir la pérdida de vidas inocentes.
La protesta ciudadana
A pesar de su intención, el proyecto levantó controversia entre la ciudadanía que, a pesar de reclamar sobre el aumento de la criminalidad en los últimos meses, teme que dé paso a escenarios distópicos similares a los de las películas y series de televisión, en donde el uso de estos robots, se sale de control y termina afectando a las personas inocentes. Por lo que muchos ciudadanos protestaron en frente del ayuntamiento y así evitar que dicha ley sea ejecutada.
La revocación de la ley
La revocación se debe en parte a la enorme protesta pública y a las presiones ejercidas a raíz de la aprobación inicial. El 5 de diciembre tuvo lugar una manifestación frente al City Hall de San Francisco. Uno de los supervisores que aprobaron inicialmente la decisión declaró posteriormente que se arrepentía de su decisión.
“A pesar de mi profunda preocupación por esta política, voté a favor de ella después de que se añadieran barreras adicionales”, tuiteó Gordon Mar, supervisor del cuarto distrito de San Francisco. “Me arrepiento. Cada vez me siento más incómodo con nuestro voto y con el precedente que sienta para otras ciudades sin un compromiso tan firme con la responsabilidad policial. No creo que hacer que la violencia estatal sea más remota, distanciada y menos humana sea un paso adelante”.
La cuestión que se plantean los supervisores de San Francisco, tiene que ver fundamentalmente con el valor de una vida, afirma Jonathan Aitken, profesor universitario superior de robótica de la Universidad de Sheffield, en el Reino Unido: “La acción de aplicar fuerza letal siempre tiene una profunda consideración, tanto en operaciones policiales como militares”, afirma.
Quienes deciden si llevar a cabo o no una acción que podría costar una vida, necesitan información contextual importante para emitir ese juicio de forma ponderada, un contexto del que puede carecerse mediante la operación remota: “Los pequeños detalles y elementos son cruciales, y la separación espacial los elimina”, opina Aitken, “no porque el operador no los tenga en cuenta, sino porque pueden no estar contenidos en los datos que se le presentan. Y los errores, cuando se trata de fuerza letal, pueden significar literalmente la diferencia entre la vida y la muerte, explica.