Si hay algo con lo que nos toca lidiar con las mujeres casi que a diario es con la posibilidad de ataques y abusos sexuales, muchas veces y como yo está comprobado, no se puede confiar ni siquiera en las personas más cercanas.
Por supuesto que si estamos de fiesta el riesgo aumenta, especialmente por el método llamado ‘sumisión química’, es decir cuando se ha estado expuestas a drogas, ansiolíticos o fármacos sedantes, los que generalmente son puestas en las bebidas de quienes se convierten en víctimas de abuso sexual.
Sin embargo, algo está llamando poderosamente la atención y son los casos presentados en España de sumisión química por pinchazos con una jeringuilla en la pierna o el brazo a una mujer en un ambiente festivo, con el fin de que pierda el control de su cuerpo y la memoria y de ese modo poder agredirlas.
Los primeros casos en España
El primer caso denunciado en España ocurrió en Ibiza el pasado 22 de junio. Una joven de 18 años que se encontraba de viaje de fin de curso fue víctima de un pinchazo en una discoteca. Según los amigos que la acompañaban empezó a actuar de forma extraña sin motivo aparente y al día siguiente se despertó con un moratón en el brazo. Al intentar recordar qué había ocurrido, se dio cuenta de que tenía enormes lagunas sin apenas haber consumido alcohol.
La chica acudió a un centro sanitario y el médico que la atendió pudo confirmar que la habían pinchado al brazo, pero había pasado demasiado tiempo como para poder demostrar qué sustancia le habían inyectado.
En las fiestas de San Fermín celebradas estos días en Pamplona (Navarra), hasta ocho mujeres han denunciado pinchazos similares. Según ha expuesto el Consejero de Presidencia, Igualdad, Función Pública e Interior del Gobierno navarro, Javier Ramírez, los análisis médicos realizados a las víctimas no muestran sustancias en su sangre. Sin embargo, las historias de las víctimas coinciden y los pinchazos existen. Por ello, el Gobierno regional ha activado un protocolo para evitar estas agresiones sexuales y buscar culpables.
Casos en Francia y Reino Unido
Si observamos que está ocurriendo en otras partes del mundo, podemos comprobar que la sumisión química mediante inyección no es un problema nuevo. La policía de Reino Unido alertó de una enormidad de casos que utilizaban el mismo método el pasado otoño. El número de mujeres era tal que las autoridades pasaron a hablar de una «epidemia» de agresiones sexuales por sumisión química.
Estos delitos fueron extendiéndose hasta otros países como Países Bajos, Bélgica y Francia. En total, se contabilizan más de mil casos de mujeres víctimas entre todos los territorios. Sin embargo, esto contrasta con la impunidad casi total para los agresores.
¿Cómo sé si he sufrido un pinchazo?
Existen una serie de síntomas que pueden mostrar que has sido víctima de este tipo de ataque:
- En la mayor parte de casos, puedes sentir la aguja entrando en tu piel.
- Podrías sufrir una pérdida del equilibrio.
- Podrías tener problemas visuales.
- Podrías sufrir náuseas y/o vómitos.
- Podrías padecer confusión o niebla mental.
- Podrías sufrir cefaleas.
- En ciertos casos, podrías llegar a perder el conocimiento.
¿Qué te pueden inyectar a través del método del pinchazo?
Hasta ahora, las drogas inyectadas en las víctimas eran las mismas que se utilizaban en las bebidas. Ejemplos son el Rothypnol (roofie) y el Gamma Hydroxybutyrate (GHB) o éxtasis líquido. Estas drogas son unas de las más comunes en casos de violación por sumisión química. La metanfetamina (MDMA), es otra de las drogas alucinógenas más conocidas, especialmente el éxtasis que causa lagunas de memoria, por lo que muchas veces son utilizadas para cometer abusos sexuales.
No solo se pueden inocular drogas. Tal y como han señalado las autoridades, los pinchazos con agujas contaminadas pueden exponer a la víctima a virus como la hepatitis B o C, incluso el virus de inmunodeficiencia humana (VIH). Este último causa la enfermedad conocida como SIDA.
¿Qué puedo hacer si he recibido un pinchazo?
Nada más sentir alguno de los síntomas descritos anteriormente, lo primordial será ir a un hospital o centro sanitario con la mayor brevedad posible. Una vez en él, se iniciaría un protocolo que trataría de detectar la sustancia que ha sido inoculada.
Es recomendable acudir acompañado, ya que puede que la víctima no se encuentre en plenas facultades mentales. También será necesario llamar a la policía, para informar del lugar y las circunstancias del ataque.