Tinder lanzó una campaña en Estados Unidos que invita a las personas a deshacerse de los recuerdos basura de tu ex. A través de un camión rosa llamado Ex!press Disposal Service, la app de citas recorrió ciudades como Nueva York y Los Ángeles para ofrecer una experiencia pública y simbólica de cierre sentimental. Cartas, fotos, peluches, perfumes y camisetas fueron entregados por quienes necesitaban dejar el pasado atrás.
Con esta acción, Tinder apostó por una campaña emocional que mezcla marketing experiencial y empatía con el desamor. El objetivo no fue solo recoger objetos, sino transformar una emoción colectiva en un acto compartido y sanador.
El camión rosa de Tinder y los recuerdos basura de tu ex
El Tinder camión rosa atrajo a cientos de personas gracias a su estética llamativa y su mensaje directo. Con frases como “libérate del pasado” o “tíralo todo”, la experiencia sirvió para recolectar recuerdos basura de tu ex y convertir el acto de soltar en algo simbólicamente poderoso. Además de objetos físicos, los asistentes dejaron notas de despedida que fueron destruidas durante el evento.
Las redes sociales amplificaron la experiencia. TikTok e Instagram se llenaron de videos donde las personas contaban qué objeto tiraban, por qué y cómo se sentían al hacerlo. Fue ahí donde la campaña conectó con el desamor en redes sociales, generando identificación espontánea y mucho contenido orgánico.
Objetos de ex parejas con historia propia
Quienes participaron llevaron todo tipo de objetos de ex parejas. Desde camisetas con olor a nostalgia hasta regalos olvidados, discos compartidos, cartas con promesas rotas y perfumes imposibles de oler sin recordar. Algunos participantes incluso contaron la historia detrás del objeto que entregaban. Lo que antes guardaban con culpa, terminó en un camión convertido en símbolo de renovación.
Esa cercanía emocional marcó la diferencia. La campaña no se centró en el producto, sino en la persona y en su vínculo emocional con los recuerdos.
Una campaña emocional de Tinder que humaniza la marca
A diferencia de otras campañas centradas en promociones o funciones de la app, la campaña emocional de Tinder apostó por un enfoque más humano. Recoger recuerdos basura de tu ex se convirtió en el centro de una narrativa que conectó con miles de personas desde la autenticidad. Tinder supo leer un sentimiento colectivo y convertirlo en una experiencia urbana, visual y profundamente emocional.
Este tipo de marketing experiencial demuestra que una marca puede ir más allá del producto: puede convertirse en un vehículo de expresión emocional y, de paso, reforzar su vínculo con los usuarios desde un lugar honesto y creativo.