Que los hombres tengan una hermana es lo mejor que nos puede pasar, ya que no llegas a imaginar las cosas que se pueden lograr en cuanto a conquistas se tratan.
Al crecer con una hermana, sabes cómo estar con las mujeres, sabes qué cosas debes tocar y eres sensible a sus necesidades, en piloto automático.
Siempre que vives rodeado de mujeres en tus primeras etapas, te das cuenta de cómo deben ser tratadas.
Tus hermanas te enseñan muchas cosas y, lo más importante, cómo estar con las mujeres.
Y si eres la mejor versión de ti mismo con ellas, es principalmente porque has tenido una hermana de la que has aprendido mucho.
Por eso, si conoces a un hombre que haya crecido junto a sus hermanas o mujeres, seguramente te brindará un buen trato y que podría tener las siguientes características:
Aprenden a tratar a una dama
Tu hermana sin duda te enseñará mucho sobre lo que quieren las mujeres (de una forma que no resulte espeluznante, por supuesto).
Sabes exactamente qué botones debes presionar si quieres que sea feliz y sabes cómo alegrarle el día cuando se siente deprimida.
Aprendes a ser mucho más sensible como ser humano al tener una hermana a tu alrededor mientras creces.
Podrán hablar contigo de cualquier tema
A la mayoría de los hombres les incomoda hablar sobre lo que viven las mujeres y suelen pasar por alto, evitar o burlarse del tema.
Pero ellas se sienten bastante cómoda hablando abiertamente de cosas como la menstruación, los tampones y el síndrome premenstrual, porque te han enseñado a sentirte cómoda al respecto.
No solo eso, eres consciente del síndrome premenstrual y lo que hace al estado de ánimo de una mujer, por lo que eres más sensible a estas cosas y no das por sentado nada de lo que pasan las mujeres.
Son menos tóxicos
En esta parte de la sociedad, muchos hombres crecen con un complejo de masculinidad frágil: la necesidad de ocultar emociones y mostrar una apariencia dura por miedo a ser intimidados por mostrar sus emociones.
Por otro lado, los hombres que crecen con hermanas tienden a tener una visión más equilibrada porque están rodeados de influencia femenina, donde hay una cantidad saludable de expresión de emociones y vulnerabilidad.
Estos hombres generalmente terminan teniendo mejores personalidades y son capaces de manejar las relaciones de una manera más saludable porque respetan a las mujeres lo suficiente como para ver las cosas desde su perspectiva… o al menos intentarlo.
Abrazos por montón
Estoy seguro de que los abrazos entre hermanos son una cosa y eres muy bueno en eso, porque sigues dándoselos a tu hermana y no tienes miedo de demostrar tu amor físicamente en absoluto, especialmente a través de abrazos.
Entonces, si creciste con una hermana, definitivamente has heredado algunos rasgos hermosos y te has convertido en la mejor versión de ti misma.
Conocen más sobre el cuerpo de las mujeres
Muchas mujeres no pueden llegar a imaginarme estar con un hombre que se estremece cuando escucha la palabra “período” o “sangrado”.
Los hombres que crecieron con hermanas ya entienden cómo funcionan las mujeres: desde nuestros períodos hasta los calambres menstruales, pasando por los cambios de humor y los desequilibrios hormonales.
Adoro los momentos en los que experimento ciertas cosas con mi cuerpo y mi hombre se desmaya para brindarme información impresionante sobre lo que puede estar sucediendo.
Puede que a veces se equivoque, pero lo que cuenta es la intención.
Además, los hombres con hermanas se sienten más cómodos con su masculinidad y no se estremecerían ante la idea de ayudarla a comprar sus productos de higiene menstrual.
El dato
En un estudio realizado por Hiroko Okudaira, profesora asociada en la Universidad de Okayama, se pidió a estudiantes de secundaria y universitarios que completaran un desafío de laberinto y una prueba de matemáticas.
En el primer experimento, los hombres eligieron si participarían o no en una competencia de tipo torneo.
Descubrieron que los hombres con hermanas mayores tenían una tasa significativamente menor de participación en eventos que los que no tenían hermanas mayores.
Los investigadores creen que los chicos son menos competitivos por dos razones.
La primera es la asimilación de roles, donde las personas de alguna manera absorben los rasgos de género típicos de sus hermanos.
Por ejemplo, los hermanos menores tienen más probabilidades de involucrarse en cosas típicas de chicas, como ver comedias románticas, y las hermanas menores tienen más probabilidades de involucrarse en cosas típicas de chicos, como ver deportes.
La otra razón es que los hermanos menores son mucho menos competitivos en general.
