Un ex astronauta de la NASA que casi chocó con un par de esferas metálicas mientras volaba su avión sigue desconcertado por los misteriosos objetos, revelando a The Post que no mostraban “ningún medio visible de propulsión” cuando pasaron a 20 pies de su avión.
“Vinieron directamente hacia mí”, dijo el Dr. Leroy Chiao, quien era el comandante de la Expedición 10, sobre las esferas “perfectamente lisas” que encontró mientras piloteaba su Grumman AA5BTiger en Texas el verano pasado.
Chiao detalló la sorprendente experiencia en una larga entrevista que arrojó más luz sobre el accidente increíblemente cercano y amplió su teoría sobre el posible origen de los objetos, aunque todavía está buscando respuestas.
Las esferas estaban “10 pies a la izquierda y 10 pies debajo” del avión de Chiao en un día perfectamente claro, lo que permitió al experto en aviación una vista completa de las naves anómalas que exhibían capacidades que desafiaban su capacidad de explicar convencionalmente su existencia.
“Estaban a unos 6 metros de distancia”, contó Chiao. “Tenían un diámetro de aproximadamente un metro. Uno encima del otro”.
Lo que vio el ex astronauta
Según Chiao, “no vi ningún medio de propulsión visible, así que no sé qué podría ser”. “Tiene que haber un motor a reacción o una hélice o algo así”.
El piloto destacó que vio los orbes en un día soleado, sin nubes y con buena visibilidad.
“No había nada a mi alrededor aparte del extremo norte de Texas a nueve mil pies en este plan de vuelo por instrumentos y de repente aparecieron estas cosas”, dijo Chiao, detallando las medidas de seguridad y los instrumentos que usan los pilotos para identificar otros aviones y evitar accidentes catastróficos.
La Oficina de Resolución de Anomalías de Todos los Dominios (AARO) del Pentágono consideró que esos objetos, captados por un radar militar en el espacio aéreo controlado de Irak, eran inexplicables y fueron representados en el informe como orbes metálicos puntiagudos.
“Eso es lo que me hizo pensar. Me pregunto: -Dios mío, me pregunto si esto es lo mismo-”.
“Volaban” a la velocidad de un avión
De acuerdo con Chiao, “se movían aproximadamente a la misma velocidad que yo en la dirección opuesta, a unos 160 o 240 kilómetros por hora”.
La velocidad dirigida de los objetos, que era evidente para Chiao, impide identificarlos con precisión como simples globos, y los globos meteorológicos aparecerían en su radar de vuelo, dijo.
Chiao también dijo que las características de vuelo de los orbes eran únicas.
Hasta donde él pudo saber, no causaron una perturbación en el aire, algo que los aviones y otros objetos voladores causan debido a su velocidad.
“Si un avión pasara tan rápido a mi lado, sentiría su estela y perturbaría el aire alrededor de mi avión”.
Podría ser alta tecnología militar
Las esferas pasaron a su lado en completo silencio, sin hacer ningún ruido mientras volaban por el aire.
Chiao dijo que en ese momento estaba demasiado sorprendido para darse cuenta de lo que estaba sucediendo exactamente, pero ahora ve que el encuentro único en un millón podría haber llevado a su muerte.
“Obviamente, si hubiera chocado con ellos habría sido realmente malo”, dijo Chiao riendo y agregó que: “Nadie habría sabido lo que me pasó”.
“Probablemente lo atribuirían a un choque con un pájaro o a un gran busardo o algo así”, bromeó.
Al no encontrar ninguna explicación, Chiao se ve obligado a atribuir la tecnología al ejército estadounidense por defecto.
“Lo primero que pensé fue que debía tratarse de algún programa militar secreto, pero ¿qué demonios hacían volando en un espacio aéreo militar, especialmente si se aplicaban las normas de vuelo instrumental? ¿Por qué no iban a hacerlo?”, se preguntó el entonces astronauta.
No se descarta que sea un OVNI
Chiao rechazó cualquier explicación de otro mundo para los objetos, aunque cree que hay otras inteligencias en el espacio.
“Creo firmemente que hay otras formas de vida inteligente en el universo. Creo que es el colmo de la arrogancia pensar que somos la única vida inteligente en todo el universo”.
Al mismo tiempo, agregó una advertencia importante: “La otra cara de la moneda es que nunca nos encontraremos porque el universo es muy vasto”.
“Por eso me cuesta creer que los extraterrestres nos hayan visitado”.
Estas creencias hacen que la realidad y el origen de los orbes que se doblan mecánicamente sean aún más extraños.
“Es difícil imaginar qué tipo de sistema de propulsión funcionaría“, dijo Chiao, especulando que no era probable que en el orbe hubiera un sistema de propulsión con motor a reacción, que dejara escapar el humo a través de un agujero que no vio.
“En todos mis años de vuelo, nadie ha visto nunca un ovni ni nada extraño”. El ex miebro de la NASA agregó que; “si hubiera estado mirando hacia otro lado, no los habría visto. No habría sentido nada”.
- Imagen de portada tomada/Spacecenter