Un sacerdote brasileño rescata perros callejeros y los presenta durante las misas para que sean adoptados por sus feligreses. La iniciativa nació en 2014, cuando João Paulo Araújo Gomes, párroco de la Capela São Sebastião, en Pernambuco, decidió integrar la protección animal a su trabajo pastoral. Desde entonces, más de 200 perros encontraron hogar gracias a su labor.
Cada misa dominical incluye la aparición de un nuevo perro rescatado. El animal se sienta junto al altar, en silencio, mientras el sacerdote habla sobre compasión, responsabilidad y respeto por la vida. Este acto sencillo ha transformado la rutina religiosa en una oportunidad para salvar vidas.
Cómo este cura brasileño ayuda a perros callejeros en cada ceremonia
El sacerdote no solo presenta a los animales en misa. Él mismo los recoge de la calle, les da alimento, baño, atención veterinaria y los aloja temporalmente en su casa. Algunos de ellos, los más vulnerables, se quedan con él de forma definitiva. Esta entrega diaria es una muestra concreta de su compromiso con la protección animal.
João Paulo comparte cada historia en redes sociales. Publica fotos, avances de salud y mensajes que motivan a la adopción responsable. Gracias a esto, personas de otras ciudades e incluso de otros estados se han interesado en adoptar o replicar su ejemplo.
La misa dominical como refugio y punto de encuentro
Durante cada misa dominical, los asistentes se encuentran con la sorpresa de un nuevo compañero de cuatro patas. Ya no es raro ver perros entre los bancos, tomando agua junto al altar o recibiendo caricias de los niños. La comunidad ha acogido la idea con entusiasmo, transformando la iglesia en un espacio inclusivo también para los animales.
Esta rutina fortaleció el vínculo entre la iglesia y la comunidad. Muchos fieles dicen sentirse inspirados al ver que su sacerdote brasileño rescata perros en lugar de ignorarlos. La fe, dicen, también se expresa con gestos concretos de compasión.