Publicidad

Ola de calor en Europa rompe récords

La ola de calor en Europa afecta con fuerza a Barcelona y París, con temperaturas extremas y alertas sanitarias en pleno verano.

Barcelona vive un verano con temperaturas extremas sin precedentes

Barcelona enfrenta uno de los episodios más duros de la ola de calor en Europa. Este verano, los termómetros marcaron más de 40 grados Celsius en municipios cercanos como Sant Boi. La situación ha generado preocupaciones por salud pública y riesgo de incendios.

Las alertas por temperaturas extremas se han activado en toda Cataluña. Según Meteocat, este evento climático supera los registros de los últimos veinte años. El Barcelona verano de 2025 está siendo considerado uno de los más intensos desde que existen datos.

El turismo en Barcelona no se detiene, pero sí se ha visto afectado. Muchos hoteles carecen de aire acondicionado eficiente. En la playa de la Barceloneta, los servicios de emergencia han tenido que asistir a turistas con síntomas de insolación.

Además, se han abierto refugios climáticos en centros cívicos para proteger a los más vulnerables. El gobierno local también distribuyó agua embotellada en puntos clave de la ciudad.

El calor en París transforma la rutina de la capital francesa

La ola de calor en Europa también está dejando su huella en París. En el centro de la ciudad, las temperaturas superaron los 39 °C. Météo-France declaró alerta naranja por temperaturas extremas en toda la región.

Los efectos del calor en París se notan en las calles. Las fuentes públicas se llenaron de personas buscando refrescarse. Los parques y jardines se convirtieron en zonas de descanso obligado para quienes no pueden soportar el calor del asfalto.

La red de metro registró fallos por el sobrecalentamiento de sus instalaciones. Algunas estaciones incluso tuvieron que cerrar temporalmente. Las autoridades recomiendan evitar el transporte público durante las horas más calurosas.

Para muchos parisinos, este evento recuerda el trágico verano de 2003. Aunque hoy existen más medidas, las altas temperaturas siguen representando un riesgo real. El aumento de la mortalidad por golpe de calor en adultos mayores ya ha sido registrado en hospitales públicos.

Récords de temperatura y aumento del riesgo sanitario

Barcelona y París no son casos aislados. La ola de calor en Europa afecta también a ciudades en Italia, Portugal y Alemania. Según datos preliminares, ya se han registrado más de 600 muertes asociadas al calor en los primeros días de julio.

El número de récords de temperatura batidos en este verano supera los 200 en menos de una semana. Estas cifras alarman a meteorólogos y autoridades sanitarias, que ya consideran este fenómeno una amenaza regional.

- Patrocinado -

Los especialistas alertan sobre las llamadas “noches tropicales”. En estos días, las temperaturas no bajan de los 25 grados incluso de madrugada. Eso impide que el cuerpo se recupere del estrés térmico diario, especialmente en zonas urbanas.

Los sectores más afectados son salud, transporte y energía. El sistema eléctrico opera al límite por el uso masivo de aire acondicionado. Algunos trenes han tenido que reducir su velocidad para evitar daños en las vías por la expansión del metal.

El cambio climático en Europa agrava la situación cada verano

Los expertos en climatología coinciden en que la ola de calor en Europa es un síntoma directo del cambio climático en Europa. Las emisiones globales de gases de efecto invernadero han aumentado la frecuencia e intensidad de estos eventos extremos.

En el caso del Barcelona verano de 2025, los modelos climáticos ya advertían un posible aumento drástico de las temperaturas. La realidad ha superado las proyecciones. Algo similar ocurre con el calor en París, que ha obligado a las autoridades a adaptar su infraestructura urbana.

El cambio climático en Europa no solo intensifica el calor, también altera los patrones de lluvia, prolonga las sequías y favorece incendios forestales. Estos factores combinados afectan la salud, la economía y la calidad de vida en las grandes ciudades.

Los gobiernos locales han comenzado a aplicar planes de adaptación. París ha multiplicado las áreas verdes urbanas y Barcelona amplió su red de refugios climáticos. Sin embargo, los expertos advierten que estas medidas no serán suficientes si no se reducen las emisiones a nivel global.


Publicidad