¿Qué tal que en vez de pasar caminando de un edificio a otro por medio de un puente convencional, puedas nadar? Londres se ha convertido en la sede de la primera piscina «colgante» a más de 30 metros de altura que une a dos edificios residenciales de lujo.
Según el director ejecutivo de la empresa que ayudó a desarrollar el complejo residencial, Ballymore Group, Sean Mulryan, ‘The Sky Pool’ “era una idea que realmente destacaba y que nos pareció muy especial”. Ante la imponente piscina, Mulray dice que gracias a los avances tecnológicos han podido crear este “puente”, el cual hará sentir a los residentes como si “flotaran en el aire”.
Esta piscina de 25 metros de largo ha sido un gran atractivo justo en esta época del año. La estructura de 61 toneladas que fue creada en Grand Junction, Colorado (Estados Unidos), por la empresa Hal Architects; fue construida y diseñada en un tiempo total de cuatro años y seis meses.
Quienes tienen la fortuna de nadar en ella, cuentan con vistas del río Támesis, del horizonte con edificios de la ciudad y de la Embajada de los Estados Unidos. Aunque se creería que todos los residentes pueden nadar en ella, la verdad es que no, pues aquellos que no cuenten con ingresos elevados o considerables, no podrán tener acceso.
Según The New York Times, esto se debe a que en Londres las nuevas urbanizaciones están obligadas a asignar un porcentaje de sus unidades a residentes de bajos ingresos. En este caso, en la zona urbanística Embassy Gardens, estos inquilinos que ocupan 260 de los 1.500 apartamentos (que tienen un precio base de US$900.000), tampoco pueden acceder a otros servicios, dado que no pagan una cuota establecida.
Si te preguntas dónde está ubicada la famosa estructura que se posiciona como un “hito tecnológico en la arquitectura e ingeniería”, esta se encuentra en el distrito de moda de Nine Elms. El viaje de esta piscina desde Grand Junction, Colorado, hasta Londres, Reino Unido, tardó tres semanas.