Publicidad

El estudio científico que explicaría el misterio del ‘lado oscuro de la luna’

Desde la Tierra solo podemos observar una de las dos caras de la luna, y ahora un estudio explica que la gran diferencia entre ellas se debe a un gran ‘impacto’.

No, no estamos hablando de las razones para explicar el tremendo éxito que fue el álbum de Pink Floyd, pero sí del astro que nos ‘ilumina’ todos los días.

Pues la cara que la Luna muestra a la Tierra es muy diferente de la que esconde en su lado oculto y la razón de estas diferencias es un misterio. Ahora, un equipo científico señala que una de las explicaciones podría ser un impacto gigante hace miles de millones de años cerca del polo sur del satélite terrestre.

Las dos caras de la luna

Estamos tan acostumbrados a ver la luna diariamente, incluso hay días donde las redes se llenan de imágenes mostrando todo su esplendor, que no nos cuestionamos sobre sus curiosidades.

Lo cierto es que, pese a que la Luna tiene su propia rotación, sólo vemos una de sus caras; nunca logramos ver el otro hemisferio. Esto se puede explicar porque el tiempo que tarda la Luna en girar una vez sobre su propio eje, es igual al que tarda en completar una vuelta alrededor de la Tierra: 27,32 días. Esto hace que el mismo lado de la Luna esté orientado hacia la Tierra durante todo el mes.

Así las cosas, la cara visible está dominada por los “mares lunares”, los vastos restos de color oscuro de antiguos flujos de lava. En cambio, en la cara oculta no existen casi estos mares y es mucho más accidentada.

La explicación de la diferencia según el nuevo estudio

Científicos de la Universidad de Brown realizaron un nuevo estudio que publicaron en la revista Science Advances, en el que señalan que las diferencias entre las caras de la Luna se deben al gran impacto que creó la llamada cuenca del Polo Sur-Aitken.

Ésta tiene un diámetro de 2,500 kilómetros aproximadamente y una profundidad de 12 km; se trata de una de las estructuras de impacto más grandes halladas en cuerpos del Sistema Solar y se localiza en la cara oculta de la Luna, por lo que no es visible desde la Tierra.

La conclusión a la que llegaron los investigadores es que el impacto habría creado un enorme penacho de calor que se propagó por el interior lunar y habría transportado materiales como un conjunto de elementos productores de calor y de tierras raras, a la cara visible de la Luna y esa concentración de elementos habría contribuido al vulcanismo que creó las llanuras volcánicas del lado más cercano.

La cuenca Aitken

“Sabemos que los grandes impactos, como el que formó SPA, generan mucho calor”, explica en un comunicado Matt Jones, de la Universidad de Brown y autor principal del estudio, pero “la cuestión es cómo afecta ese calor a la dinámica interior de la Luna”.

“Lo que mostramos es que, bajo cualquier condición plausible en el momento en que se formó la cuenca Aitken, esta acaba concentrando estos elementos productores de calor en la cara visible. Creemos que esto pudo contribuir a la fusión del manto que produjo los flujos de lava que vemos en la superficie”, señala Jones.

- Patrocinado -

Los investigadores realizaron simulaciones por ordenador de cómo el calor generado por un impacto gigante alteraría los patrones de convección en el interior de la Luna, y cómo eso podría redistribuir un tipo de material en el manto lunar.

Penacho de calor del impacto

Los modelos del interior lunar sugieren que debería haber estado distribuido más o menos uniformemente bajo la superficie, pero este nuevo modelo muestra que la distribución uniforme se vería alterada por el penacho de calor del impacto en la cuenca Aitken.

Las diferencias entre la cara visible y oculta de la Luna fueron reveladas por primera vez en la década de 1960 por las misiones soviéticas Luna y el programa estadounidense Apolo.

Aunque las diferencias en los depósitos volcánicos son evidentes, las futuras misiones revelarán también diferencias en la composición geoquímica, señalan los autores.

Publicidad