¿Qué tan raro es nuestro Sistema Solar? Ciertamente, desde que se descubrieron por primera vez los planetas que orbitan en estrellas distintas de nuestro Sol, se ha descubierto que los sistemas planetarios son comunes en la Galaxia.
Sin embargo, hay algo en lo que no son muy diferentes, y es que inevitablemente como toda estrella, nuestro sol tiene un ciclo de vida.
Esto significa que, a medida que agote su combustible, el sol, dentro de casi cinco mil millones de años, se convertirá en una ‘gigante roja’ y esto transformará drásticamente el Sistema Solar como lo conocemos, especialmente porque empezará a ‘tragarse los planetas’.
¿cómo será?
El proceso es gradual. Cuando el Sol haya quemado la mayor parte del hidrógeno de su núcleo, pasará a otra fase en la que será una esfera gigante roja. En ese momento dejará de generar calor mediante la fusión nuclear.
Su núcleo se volverá inestable y se contraerá; la parte exterior del Sol se expandirá y brillará en rojo mientras se enfría. Esa expansión ‘devorará’ gradualmente a los planetas vecinos como Mercurio y Venus, y aumentará los vientos solares hasta el punto de que aplasten el campo magnético de la Tierra y su atmósfera también sea eliminada.
Lo que sucederá después de eso todavía genera debate entre la comunidad científica. Todavía no está claro exactamente hasta dónde se expandirá el Sol y cómo cambiarán las condiciones, pero algunas cosas parecen bastante probables. La muerte lenta acabará con la vida en la Tierra, pero también puede crear mundos habitables en lugares más fríos del Sistema Solar.
el Sol “morirá”, tragándose los planetas rocosos durante su expansión (que incluye a la Tierra, que será arrasada en el proceso). Pero ahora, los científicos han documentado en un nuevo estudio sus últimas predicciones sobre cómo y cuándo sucederá, y cuál será el destino del Sistema Solar.
El ‘apocalipsis’ de la Tierra por el Sol
Previamente, los astrónomos creían que la explosión haría que nuestro sistema se viera como una nebulosa después de la explosión, llena de gases y polvo, y nueva evidencia sugiere que la cosa será incluso más masiva de lo que se pensaba anteriormente.
Según lo que encontró el equipo, se espera que el Sol, que ya tiene unos 4.600 millones de años, llegue al final de su vida en unos 10.000 millones de años. Pero mucho antes de eso, en aproximadamente 5 mil millones de años, la estrella se convertirá en una gigante roja, a medida que su núcleo se encoja, mientras que sus capas externas se expanden más allá de la órbita de Marte, “devorando” todo lo que está por delante.
Pero, por trágico que parezca, los humanos no necesitamos entrar en estado de alerta: es solo que seguro que no estaremos para presenciar el apocalipsis de la Tierra provocado por el Sol. Se estima que tenemos “solo” mil millones de años de habitabilidad en nuestro planeta, ya que el brillo de la estrella aumenta alrededor de un 10% cada mil millones de años. Por lo tanto, es inevitable que busquemos otras moradas en el espacio, si queremos continuar existiendo como especie.
Y quien piense que el 10% no es suficiente, se equivoca. El aumento del brillo (y por lo tanto del calor) del Sol hará que nuestros océanos se evaporen, y la superficie de la Tierra se calentará tanto que será imposible que se forme agua aquí.
El trágico final
El equipo de astrónomos usó un modelo de computadora para confirmar que, como ocurre con la mayoría de las estrellas similares en el universo, nuestro Sol se convertirá en una gigante roja en su expansión, hasta que comience a encogerse y transformarse en una enana blanca, antes, en su etapa final, solo queda la nebulosa predicha.
Es decir que, La Tierra, mientras pueda sobrevivir, estará tan quemada que se volverá completamente inhabitable. Algunos de los cuerpos fríos más distantes y actualmente helados, como Júpiter, Saturno y sus lunas, pueden desarrollar condiciones más propicias para la vida en las cercanías del sol reventado.
Si bien hasta ahora solo se han observado unos pocos planetas que probablemente hayan sobrevivido a una gigante roja, los investigadores creen que más estudios de exoplanetas conducirán a más descubrimientos de este tipo.