Desde el inicio de este mes, se comenzaron a ver en el cielo los bellos fenómenos que suelen ocurrir a finales de cada año cuando el ciclo lo permite, eclipses nocturnos, Luna de sangre, conjunciones y las de lluvias de meteoros.
En esta ocasión, le corresponde el turno a una de las fantásticas lluvias de meteoros, llamada Leónidas, nombre que recibe dado a que los moteros, parecen desprenderse desde la constelación de Leo.
El punto máximo de las Leónidas
Las lluvias de meteoros Leónidas (o Leonid) comenzaron desde principio de noviembre, pero alcanzan su punto máximo en las primeras horas del 17 al 18 del mismo mes. Esto significa que se podrán observar una mayor cantidad de “estrellas fugaces” durante este período.
Aunque para este año, las previsiones son de una lluvia suave, con unos 15 meteoros por hora. Lo que significa que no son las más prolíficas de la historia, pero es un buen ritmo si tienes paciencia (y puedes quedarte despierto hasta muy tarde).
El astrónomo ruso Michael Maslov predice que la próxima gran explosión de Leónidas ocurrirá en 2034, con hasta 500 meteoros por hora. Así que desde ya puedes marcar la fecha en el calendario.
¿A qué se debe esta lluvia de meteros?
La lluvia de meteoros Leónidas está asociada con el paso del cometa 55P/Tempel-Tuttle, que tarda 33 años en completar una órbita alrededor del Sol. El nombre del cometa proviene de los dos astrónomos que lo descubrieron, en momentos diferentes e independientes: Ernst Tempel y Horace Parnell Tuttle, quienes observaron el cuerpo celeste en 1865 y 1866, respectivamente.
Al igual que con otras lluvias, el cometa deja una nube de escombros a medida que se acerca al Sol, y son estos pequeños “granos” los que se convierten en “estrellas fugaces” cuando la Tierra pasa a través de estas nubes.
Al entrar en contacto con nuestra atmósfera, los desechos se queman y dejan un rastro incandescente debido a reacciones químicas. Cuanto más rápido se muevan los meteoros, más brillante será el rastro.
Las partículas más lentas generalmente golpean nuestra atmósfera a una velocidad de unos 12 km/s, velocidad lo suficientemente extrema como para quemarse con la fricción. La energía cinética que transporta el objeto es proporcional a su masa multiplicada por el cuadrado de su velocidad, por lo que los pequeños granos que se mueven muy rápido y transportan grandes cantidades de energía, que a su vez se convierte en luz.
¿Cómo y dónde ver la lluvia de meteoros Leónidas?
Como sugiere el nombre, la lluvia tiene la constelación de Leo como radiante. Eso significa que los meteoros parecen provenir de allí, pero no necesariamente tienes que mirar esa región. Si encuentra las constelaciones vecinas (Osa Mayor, Leo Menor, Cangrejo), también estará en el camino correcto. De lo contrario, solo mire el cielo en dirección noreste. Si estás en el continente americano. De hecho, este espectáculo es más visible en el hemisferio norte, aunque en las noches y madrugadas de América Latina también se podrá disfrutar.
Para observar la lluvia de Leónidas no se necesita ningún equipo especial, ya que los meteoros son muy visibles a simple vista y cualquier tipo de lente reducirá tu campo de visión. Otro consejo importante es ir a un lugar más apartado, lejos de la iluminación artificial, las nubes y la niebla.
Y si tienes la intención de usar su teléfono celular durante las observaciones, busca una aplicación que haga que la pantalla se ilumine de color rojizo, para que tus pupilas no se dilaten y mantengas una buena visión nocturna. También es más recomendable una linterna de luz roja.
Entre la 1:00 y 3:00 de la madrugada, después de permitir que los ojos se ajusten a la oscuridad, se recomienda mirar el evento hacia el noreste, en dirección opuesta a la Luna, para que su resplandor no estorbe.
