Cuando hablamos de calentamiento global, parece que nos refiriéramos a un tema lejano del que nunca debiéramos preocuparnos, especialmente porque lo hemos escuchado hasta el cansancio desde hace décadas.
Sin embargo, sus consecuencias son cada vez más palpables y lo que parecía que sucedería en siglos, está cada vez más cerca; de hecho, hoy, tenemos veranos cada vez más intensos, lluvias más torrenciales y seguidas o incluso sequías extremas de más duración.
Por eso, no debería sorprendernos que en este momento los expertos nos digan que deberíamos prepararnos para “fin del juego climático” en un par de décadas debido a los efectos del calentamiento global, o para ser más exactos en el 2070. Sí, es probable que para entonces aún vivas.
La advertencia, ha surgido de un equipo internacional de investigadores dirigido por la Universidad de Cambridge, quien dijeron que el calentamiento global podría desencadenar escenarios ‘catastróficos’ peores de lo que muchos han pronosticado, o un impacto en cascada de los eventos, o lo que sería aún peor, ambos al mismo tiempo.
“Enfrentarse a un futuro de aceleración del cambio climático y permanecer ciego ante los peores escenarios es una gestión de riesgos ingenua en el mejor de los casos y una estupidez mortal en el peor”, explicaron los científicos en el informe publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, y agregaron que había “amplias razones” para sospechar que el calentamiento global podría resultar en un desastre apocalíptico.
“Una llamada de auxilio”
En su publicación, los científicos están pidiendo al Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU que dedique un informe futuro al “cambio climático catastrófico”, que esperan impulse la investigación para brindar información pública al respecto.
“Hay muchas razones para creer que el cambio climático podría volverse catastrófico, incluso con niveles modestos de calentamiento”, dijo el autor principal, el Dr. Luke Kemp, del Centro para el Estudio del Riesgo Existencial de Cambridge.
“El cambio climático ha jugado un papel en cada evento de extinción masiva. Ha ayudado a derribar imperios y ha dado forma a la historia. Incluso el mundo moderno parece estar adaptado a un nicho climático particular”, aseguró.
“Los caminos hacia el desastre no se limitan a los impactos directos de las altas temperaturas, como los fenómenos meteorológicos extremos. Los efectos colaterales, como las crisis financieras, los conflictos y los nuevos brotes de enfermedades, podrían desencadenar otras calamidades e impedir la recuperación de posibles desastres como la guerra nuclear”.
Los cuatro jinetes
Con estas preocupantes conclusiones, el grupo de científicos propuso una agenda de investigación que abarca los llamados “cuatro jinetes” del final del juego climático. Estos son: hambruna y desnutrición, condiciones climáticas extremas, conflictos y enfermedades transmitidas por vectores.
Según los especialistas, los climas más cálidos están poniendo el suministro de alimentos del mundo en un riesgo enorme, y la probabilidad de “fallas en la canasta de pan” aumenta a medida que las áreas agrícolas más productivas del mundo sufren “colapsos colectivos”.
El clima más cálido y extremo también podría crear condiciones para nuevos brotes de enfermedades a medida que los hábitats humanos y de vida silvestre cambian y se reducen.
Los expertos advirtieron sobre la posibilidad de que el desplome ambiental exacerbe otras “amenazas que interactúan”. Destacaron los crecientes niveles de desigualdad, la desinformación, el potencial derrumbe democrático e incluso nuevas formas de armas destructivas de inteligencia artificial (IA).
Un escenario ‘indeseable’ previsto en el documento se describe como “guerras cálidas”, en las que las superpotencias mejoradas tecnológicamente luchan por el espacio de carbono cada vez menor mientras realizan vastos experimentos para desviar la luz solar y reducir las temperaturas globales.
El equipo dijo que es necesario centrarse más en identificar cualquier punto de inflexión potencial que pueda llevarnos hacia una ‘Tierra de efecto invernadero’.
Estos van desde el metano liberado por el derretimiento del permafrost hasta la pérdida de bosques que actúan como “sumideros de carbono” e incluso la posibilidad de que desaparezca la capa de nubes.
“Cuanto más aprendemos sobre cómo funciona nuestro planeta, mayor es el motivo de preocupación”, dijo el coautor, el profesor Johan Rockström, director del Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático.
“Entendemos cada vez más que nuestro planeta es un organismo más sofisticado y frágil. Tenemos que calcular la catástrofe para evitarla”.
Las desastrosas proyecciones
El equipo del estudio empleó modelos para determinar los efectos del calentamiento de 3 °C (5,4 °F) y más. Y de acuerdo con sus proyecciones, dos mil millones de personas vivirán en regiones cálidas y húmedas para el año 2070, con temperaturas promedio anuales superiores a los 29°C (84°F).
De manera preocupante, el equipo descubrió que estas regiones se encontraban entre las más densamente pobladas y políticamente inestables.
Según el coautor Chi Xu de la Universidad de Nanjing, “las temperaturas anuales promedio de 29 grados afectan actualmente a unos 30 millones de personas en el Sahara y la costa del Golfo”.
“Para 2070, estas temperaturas y las consecuencias sociales y políticas afectarán directamente a dos potencias nucleares y siete laboratorios de alta seguridad que albergan los patógenos más peligrosos. Existe un serio potencial de repercusiones catastróficas”.