Un grupo de investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China, en colaboración con Washington University en St. Louis, ha desarrollado unas lentes de contacto con visión nocturna que permiten ver en la oscuridad, incluso con los ojos cerrados. Este proyecto, iniciado en 2019, utiliza nanopartículas capaces de transformar la luz infrarroja invisible en imágenes visibles sin necesidad de dispositivos externos.
La clave del desarrollo está en la implementación de películas ultradelgadas de semiconductores bidimensionales que absorben la luz infrarroja cercana (800–1600 nm) y la convierten en luz visible (400–700 nm). Este avance representa un salto en la miniaturización de la tecnología visual que antes requería cascos voluminosos o cámaras térmicas.
Cómo funcionan las lentes de contacto con visión nocturna
Las lentes están fabricadas con un material flexible, similar al de los lentes de contacto convencionales, pero incluyen una capa de nanopartículas infrarrojas llamadas puntos cuánticos. Estas partículas convierten las señales infrarrojas en estímulos visuales que el ojo puede interpretar. Lo sorprendente es que funcionan incluso con los párpados cerrados, ya que la visión infrarroja penetra mejor la piel que la luz visible.
Los ensayos clínicos en animales y humanos han demostrado que los usuarios pueden identificar destellos y señales luminosas en entornos totalmente oscuros. En ratones, por ejemplo, se observó una clara reacción ante estímulos infrarrojos, lo que confirmó la eficacia de la conversión lumínica.
Una puerta abierta a múltiples usos
Aunque el enfoque inicial es mejorar la visión en la oscuridad, los científicos señalan que estas lentes pueden tener aplicaciones mucho más amplias. Entre los posibles usos se encuentran:
- Rescate y seguridad: Ideal para equipos de rescate que trabajan en ambientes con poca visibilidad.
- Visión infrarroja para militares y cuerpos policiales.
- Detección de materiales falsificados, ya que muchos emiten señales IR específicas.
- Asistencia a personas con daltonismo, permitiéndoles distinguir colores convertidos desde otras frecuencias de luz.
- Comunicaciones cifradas por señales invisibles al ojo común.
Limitaciones y retos actuales
Si bien la tecnología es revolucionaria, todavía enfrenta algunos desafíos antes de ser implementada masivamente. Por ahora, las lentes de contacto con visión nocturna sólo detectan fuentes de luz infrarroja de alta intensidad, como LEDs, y su resolución es limitada debido a la cercanía del sensor al ojo. Para solucionar esto, los investigadores están probando versiones de gafas con el mismo sistema, pero con mayor capacidad óptica.
Además, aún no han sido aprobadas para su venta comercial, y se están llevando a cabo pruebas de seguridad para asegurar que las nanopartículas no generen efectos adversos con el uso prolongado.
El futuro de la visión humana
Las implicaciones de esta innovación van más allá del uso militar o tecnológico. Investigadores visualizan un futuro donde estas lentes se integren con dispositivos inteligentes o incluso ayuden a personas con discapacidades visuales. También podrían incorporarse en interfaces aumentadas para ofrecer visión mejorada en entornos extremos, como el espacio o el fondo marino.
Al estar libres de cables, baterías o pantallas, este sistema representa un modelo de tecnología visual portátil, segura y ligera. Su bajo consumo energético y su biocompatibilidad la convierten en una candidata ideal para futuras aplicaciones médicas, científicas y comerciales.