Si hay algo que podemos reconocer sobre la tecnología es el aporte que hace a la ciencia y la medicina, lo que quedó evidenciado en una nueva cirugía en la que un equipo de diez personas en el Hospital de Niños de Boston y el Hospital General de Massachusetts llevó a cabo el meticuloso procedimiento, que involucró cortar el útero, el cráneo del bebé y luego operar el cerebro en desarrollo.
El bebé se diagnosticó con malformación de la vena de Galeno a las 30 semanas. Los niños que nacen con la afección tienen un 30 por ciento de posibilidades de morir antes de los 11 años. Y fue dado de alta del hospital a las pocas semanas de nacer y no ha requerido ningún medicamento ni otros tratamientos, por lo que podría considerarse como exitosa.
La operación, realizada por médicos en Boston, se realizó cortando el abdomen de la mujer embarazada y utilizando un ultrasonido para identificar la arteria y guiar la cirugía.
La mujer dio a luz a un niño sano dos días después, y nació sin defectos de nacimiento. Los investigadores están trabajando con la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para realizar ensayos sobre la seguridad y eficacia de esta cirugía, con la esperanza de expandir su uso.
“El equipo de intervención fetal del Boston Children’s Hospital y el Brigham and Women’s Hospital han ideado con éxito otro procedimiento en el útero que puede tener un gran impacto”, dijo el Dr. Gary Satou, cardiólogo de la Universidad de California en Los Ángeles, que no participó en la investigación.
Sobre el procedimiento
Los médicos identificaron la malformación cuando la madre tenía 34 semanas de embarazo, usando una resonancia magnética, identificaron un seno falcino demasiado ancho, una vena curva en el cerebro que drena la arteria.
Esto les dijo a los cirujanos que había un 99 por ciento de posibilidades de que ocurriera la malformación.
Los médicos usaron una aguja para perforar la parte inferior del abdomen de la mujer. Luego, usando ultrasonido para identificar el lugar correcto, cortaron la pared uterina. Posteriormente, los especialistas procedieron a cortar el cerebro del feto y realizar una cirugía para implantar una bobina cerca de la arteria que restringiría el flujo sanguíneo.
“Este enfoque tiene el potencial de marcar un cambio de paradigma en el manejo de la malformación de la vena de Galeno”, dijo el Dr. Darren Orbach, cirujano del Boston Children’s Hospital. “Nosotros [reparamos] la malformación antes del nacimiento y evitamos la insuficiencia cardíaca antes de que ocurra, en lugar de tratar de revertirla después del nacimiento”.
“Esto puede reducir notablemente el riesgo de daño cerebral a largo plazo, discapacidad o muerte entre estos bebés”.
Después de una operación exitosa, indujeron el parto en la mujer dos días después. Esto se debe a que las operaciones rompieron el tejido que rodea al bebé en el útero que retiene los fluidos, también conocido como “rotura de aguas”.
El futuro
Frente a futuros nuevos pacientes, los cirujanos son optimistas y creen que los resultados son muy prometedores.
“Si bien este es solo nuestro primer paciente tratado y es vital que continuemos con el ensayo para evaluar la seguridad y la eficacia en otros pacientes; este enfoque tiene el potencial de marcar un cambio de paradigma en el manejo de la malformación de la vena de Galeno donde reparamos la malformación antes dar a luz y evitar la insuficiencia cardíaca antes de que ocurra, en lugar de tratar de revertirla después del nacimiento”, dijo Orbach.
“Esto podría reducir notablemente el riesgo de daño cerebral a largo plazo, discapacidad o muerte entre estos bebés”.