¿Estás cansado de pasar horas atrapado en el tráfico cada día? Si vives en Bogotá, es probable que tu respuesta sea afirmativa.
Según los últimos resultados publicados por el índice TomTom Traffic, Bogotá se ha coronado como la ciudad con el peor tráfico en el mundo durante el año 2022.
Los conductores bogotanos perdieron un promedio de 132 horas al año en los trancones de la hora pico.
El estudio evaluó el tráfico en 390 áreas urbanas importantes en todo el mundo, comparando el tiempo necesario para conducir un viaje de 10 kilómetros hacia y desde el trabajo durante las horas pico congestionadas, en relación con el mismo viaje en condiciones de tráfico fluido.
Lamentablemente, Bogotá no es la única con este problema.
La capital rumana, Bucarest, ocupó el segundo lugar en la lista, con conductores que perdieron un promedio de 107 horas en el tráfico durante la hora pico. Le siguen Manila en Filipinas (103 horas), Bangalore en India (102 horas) y Lima en Perú (101 horas).
Las 10 ciudades más congestionadas pierden un promedio de 79 horas cada año debido a la congestión del tráfico.
En contraste, La Meca en Arabia Saudita, se considera una ciudad muy escasamente poblada, con solo ocho horas de tráfico al año durante los períodos pico. Abu Dhabi y la ciudad de Medina en los Emiratos Árabes Unidos, también se destacan como ciudades menos concurridas.
¿Por qué se genera tanto tráfico en Bogotá y otras ciudades del mundo?
Según el estudio, las ciudades con los niveles más altos de congestión suelen estar en países en desarrollo con un rápido crecimiento de la población urbana.
La capacidad limitada de las carreteras en los centros urbanos, el creciente número de automóviles en las vías y la falta de infraestructura de transporte público son factores clave que contribuyen a la congestión.
Ralf-Peter Schaefer, vicepresidente de tráfico de TomTom, destacó la necesidad de una inversión significativa en el sistema de transporte para resolver este problema.
El tráfico es un problema que afecta no solo a la calidad de vida de los ciudadanos, sino también a la economía y al medio ambiente.
La congestión vehicular genera estrés, pérdida de productividad y mayores costos operativos para las empresas. Además, contribuye a la contaminación del aire y al aumento de las emisiones de gases.
Schaefer sugiere que las ciudades usen datos para planificar e invertir en diferentes modos de transporte, fomentando el uso de bicicletas, caminar y el transporte público para equilibrar los viajes en automóvil y sin automóvil.
Además, es fundamental fomentar la conciencia ciudadana sobre la importancia de utilizar opciones de transporte sostenible y adoptar cambios de comportamiento que reduzcan la dependencia del automóvil.
En resumen, el tráfico en Bogotá y otras ciudades del mundo sigue siendo un desafío importante. Es hora de buscar soluciones innovadoras y priorizar el desarrollo de infraestructuras de transporte eficientes para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y reducir la congestión en las vías.
Imagen de portada tomada / infobae