Una investigación de insightcrime.org señala que en Colombia la mafia está compuesta por grupos localizados en áreas específicas, con mano de obra subcontratada para poner orden en el mundo criminal.
Las altas esferas del crimen organizado todavía están conformadas por un puñado de figuras similares a los antiguos capos del crimen colombiano.
Lo anterior se refiere a figuras de comandantes de grupos armados y poderosos narcotraficantes cuyas violentas historias son bien conocidas por las fuerzas de seguridad.
Las élites criminales de hoy están representadas por traficantes internacionales que mantienen el flujo de drogas.
Es decir, negociantes ocultos del comercio de cocaína, que organizan el envío de cargamentos ostentando respetables vidas entre las élites sociales de Colombia.
Alunas personas comenzaron como lavadores de dinero o testaferros de los carteles de Medellín y Cali, o de sus sucesores del Cartel del Norte del Valle y de las Autodefensas Unidas de Colombia.
¿Cómo nace el narcotráfico en colombiana?
El Cartel de Medellín fue la organización criminal colombiana que se dedicó al tráfico de cocaína y terrorismo, siendo uno de los principales actores del conflicto armado entre 1980 y 1993.
Se enfrascó en una cruenta lucha contra el Estado y sus instituciones principalmente en los centros urbanos, al mismo tiempo que mantuvo guerras paralelas con otras asociaciones delictivas.
La estructura criminal fomentó la corrupción en Colombia para favorecer sus ambiciones, presionando al Estado y la clase política colombiana.
A comienzos de los años 1980, la producción de cocaína era realizada en las selvas de Departamentos como Caquetá en campamentos como Tranquilandia y desde pistas clandestinas era llevada a puntos de embarque en otras zonas de Colombia.
Desde allí se llevaba en pequeñas avionetas que sobrevolaban hasta Las Bahamas.
El cartel utilizaba como punto de lanza para los envíos de cocaína a los Estados Unidos, siendo Nueva York una de las principales ciudades donde se enviaba.
El panorama internacional
Tras la captura el pasado 23 de octubre de Dairo Antonio Úsuga, más conocido como alias ‘Otoniel’, el narcotraficante más buscado de Colombia y líder del Clan del Golfo, el director de la Policía Nacional, general Jorge Luis Vargas, aseguró que el ‘Clan de Golfo’ tiene conexiones para el tráfico de estupefacientes con cinco mafias internacionales.
Entre ellas enumeró a ‘Jalisco’, ‘Nueva Generación’ y ‘el cartel de Sinaloa’ en México, además de la mafia ‘Calabresa’ y ‘Siciliana’ en Italia y la de ‘Los Balcanes’ en Europa.
Las autoridades, señalaron en su momento que alias ‘Otoniel’ realizaba el lavado de dinero y el manejo de finanzas internacionales con integrantes de la mafia calabresa y empresarios de origen Libanes y también con empresarios Israelitas.
“Este tráfico de estupefacientes lo hacían a través de contenedores hacia Europa por los dos principales puertos de entrada y salida de la Costa Caribe, hacia países como Holanda y Asia; y hemos identificado 28 países donde hacían estas rutas comerciales de envió de estupefacientes hacia el viejo continente y los países de Centroamérica lo hacían por propio envió en lanchas rápidas o pasantes”, explicó el alto oficial.
Cuenta la Policía colombiana que el Clan de Golfo tenía la intención de enviar cocaína hacia Irán, China y Emiratos Árabes.
¿Cómo sacan la droga?
De acuerdo con inteligencia policial, la banda de ‘Otoniel’ es responsable del 30 % de toda la cocaína que sale de Colombia, el mayor productor y exportador mundial de esa droga.
Para traficar emplean a navieras que sacan la droga desde los puertos marítimos del municipio de Buenaventura y Urabá al igual que desde las ciudades de Barranquilla, Santa Marta y Cartagena.
También usa lanchas rápidas que zarpan clandestinamente hacia América Central, en una ruta que conecta con México y Estados Unidos, el mayor consumidor de la droga colombiana.
En Europa, los principales puntos de entrada son los puertos de Amberes (Bélgica) y Róterdam (Holanda).
El jefe de la policía colombiana llamó la atención sobre la práctica del Clan del Golfo de emplear hasta 200 marcas conocidas de ropa, vehículos, almacenes y calzado para identificar sus cargamentos ilegales.
- Créditos: Imagen de portada tomada/ Fuerza Aérea Colombiana