Publicidad

¿Qué son los estratos sociales que tiene Colombia?

Roberto Lippi, coordinador de ONU Hábitat para los países andinos explica que, “si una persona compró una casa calificada como estrato seis cuando tenía el dinero para pagarla, pero ahora su único ingreso es una pensión baja, no puede recibir ayudas para pagar la factura del agua. Sucede lo mismo al revés”.

Los estratos sociales en Colombia es la forma en la que, en la mayoría de los países del mundo, clasifican a los hogares a través de diferentes criterios que no dependen de los ingresos que tenga una persona o familia, sino que se basan en las condiciones de la vivienda en la que dicho grupo de personas habita y el entorno o zona en la que esta se encuentra.

A través de los estratos sociales se determinan los cobros de servicios públicos domiciliarios, algunos impuestos y la entrega de algunos subsidios económicos para ciertos hogares.

Así son los estratos en Colombia

Según el Departamento de Planeación Nacional, los estratos socioeconómicos en los que se pueden clasificar las viviendas o los predios son seis:

  • El estrato 1, significa Bajo-bajo
  • seguido del estrato 2, significa Bajo
  • continua el estrato 3, significa Medio-bajo
  • más arriba el estrato 4, significa Medio
  • mientras que el estrato 5, significa Medio – Alto
  • y finalmente el estrato 6, significa Alto

De acuerdo con datos oficiales del Gobierno de Colombia los estratos 1, 2 y 3 corresponden a los usuarios con menores recursos, los cuales son beneficiarios de subsidios en los servicios públicos domiciliarios; los estratos 5 y 6 corresponden a estratos altos, con mayores recursos económicos, los cuales deben pagar sobrecostos (contribución) sobre el valor de los servicios públicos domiciliarios.

El estrato 4 no es beneficiario de subsidios, ni debe pagar sobrecostos, paga exactamente el valor que la empresa defina como costo de prestación del servicio.

Único en Colombia

Este modelo, se ideó a mediados de los noventa, en un país que en ese momento tenía tasas de pobreza cercanas al 40%, según datos del Banco de la República.

Tres décadas después, el principio solidario que pretendía regir la ley se ha pervertido. La segregación se ha acentuado y los ciudadanos se identifican por el lugar en el que viven. Una suerte de sistema de castas, se le en un artículo del diario El País.

Cuenta el informe del diario español que, “para decidir a qué estrato pertenece un ciudadano, el Estado se limita a evaluar la fachada de su casa, los materiales con los que está construido el techo y las condiciones en las que se encuentra la vía frente a la vivienda.

Con estas características ligadas al terreno, se reparten los subsidios. El modelo no tiene en cuenta la renta, el número de personas que componen una familia, la edad, si alguna de esas personas tiene algún tipo de discapacidad o si tienen un empleo.

Experto

Roberto Lippi, coordinador de ONU Hábitat para los países andinos explica que, “si una persona compró una casa calificada como estrato seis cuando tenía el dinero para pagarla, pero ahora su único ingreso es una pensión baja, no puede recibir ayudas para pagar la factura del agua. Sucede lo mismo al revés”.

- Patrocinado -

Según Lippi, “en el centro de Bogotá (capital colombiana) hay muchos edificios estrato uno amparados por la ley de patrimonio histórico. En este caso, “esas casas son hoteles y otro tipo de negocios, o la segunda vivienda de muchos ciudadanos. Todos reciben subsidios cuando no los necesitan”.

Rafael Forero, especialista en Legislación, Gobernanza y Seguridad Urbana de ONU Hábitat, explica que el modelo tampoco posibilita que se produzca el mismo desarrollo en unas zonas y otras de las ciudades por la falta de urbanismo.

Dice Forero que los vecinos de un barrio se niegan a que mejoren sus vías, construyan parques o habiliten nuevos espacios públicos porque conllevaría el aumento del estrato. “Los pobres están desconectados de los beneficios de la urbanización, es decir, de ser más prósperos”.

La desigualdad en Colombia

Un nuevo informe del Banco Mundial encontró que Colombia se quedó con el primer puesto en términos de desigualdad entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), además de ser la segunda economía más desigual de América Latina y el Caribe, solamente superada por Brasil.

El informe deja ver que el coeficiente Gini del ingreso del hogar alcanzó 0,53 en 2019, después de pagar impuestos y recibir transferencias.

La información corresponde a un trabajo hecho en el 2021 por la OCDE.

El punto que evidencia la magnitud de la desigualdad tiene en cuenta que en Colombia los ingresos del 10 % de la población más rica es once veces mayor que la del 10 % más pobre.

Y añade que el impacto económico del Covid-19 ha aumentado la desigualdad, empujando el coeficiente de Gini hasta 0,54 en 2020 y llevando a 3,6 millones de personas más a la pobreza.

- Patrocinado -

El documento señala que, “sorprendentemente, la desigualdad en Colombia se extiende más allá de los aspectos materiales de los medios de vida. Los colombianos con menos educación, la población rural y los desempleados o pobres tienen muchas menos probabilidades de considerarse felices”.

Entre un grupo de 75 países, la transferencia de la brecha de ingresos de una generación a la siguiente en Colombia es la más arraigada, dice el organismo.

Banco Mundial, dice entonces que el Gobierno debe elaborar “políticas públicas para contar con una fuerza laboral mejor preparada, capacitada y productiva”.

El informe añade que, para el 2050, cerrar las brechas de género en la participación en la fuerza laboral y la educación aumentaría el PIB per cápita de Colombia en un 14 %.

“Una sociedad más igualitaria significaría mejores vidas para todos”.

Publicidad