La corrupción policial es sin lugar a dudas una problemática que se vive a nivel mundial. La falta de ética y moral de quienes ejercen la fuerza pública parece haber llegado a muchas esferas en casi todos los rincones del planeta, y de manera muy particular en Latinoamérica.
En este sentido, se ha vuelto recurrente los casos conocidos en la región de agentes que buscan ganancias personales, como dinero o promoción profesional, a través del abuso de poder. Por ejemplo, aceptando sobornos a cambio de no llevar a cabo, o perseguir selectivamente, una investigación o arresto.
De hecho, en los últimos años, parecería haber habido un aumento drástico de la violencia policial. Y es que hay fuerzas policiales conocidas por su comportamiento inhumano, corrupción profundamente arraigada y otras actividades ilegales.
Por eso, en Q’ Pasa te compartimos algunas de las policías más corruptas de América Latina.
Honduras
Honduras puede tener la fuerza policial más criminalmente corroída y menos confiable de la región, según encuestas de percepción pública.
Ha sido tanta la presión durante estos años que, en 2016, la nación lanzó un amplio esfuerzo de reforma policial tras las acusaciones de que oficiales de alto rango habían planeado el asesinato del zar antidrogas del país bajo las órdenes de los narcotrafica ntes.
La comisión de reforma hizo avances impresionantes y, a principios de 2017, supuestamente había obligado a más de 2500 oficiales a perder su puesto, o casi el 20 por ciento de la fuerza. Además, con la puesta en marcha de este proceso se endurecieron los requisitos académicos para admitir agentes y se extendió el período de formación a once meses antes de poder patrullar.
Sin embargo, este proceso de investigación ha encontrado resistencia, y la comisión de reforma comenzó a recibir amenazas de muerte casi de inmediato.
Después de este tiempo, en marzo de este año, con el cambio del comisionado de policía, se han venido estableciendo nuevas estrategias que parecen estar dando resultados.
Colombia
Si bien Colombia había mejorado en su índice de corrupción militar, luego de la ‘reducción’ de los cárteles de drogas. En los últimos años la fuerza pública de este país se ha visto envuelta en una gran cantidad de casos que alegan a la violencia policial.
Durante 2021, el ACNUDH (Alta Comisión de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos) recibió 100 alegaciones de privaciones arbitrarias de la vida, de las cuales verificó 54 casos, 17 están en proceso de verificación y 29 fueron no concluyentes.
En 44 de los casos verificados se observó la presunta responsabilidad de integrantes de la Policía Nacional; en cinco, de integrantes de las Fuerzas Militares; y en dos, de funcionarios del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía fuera de servicio.
Igualmente, el ACNUDH observó que algunos miembros de la Policía, al desarrollar operativos para prevenir delitos, habrían incurrido en malos tratos y uso innecesario o desproporcionado de la fuerza resultando, en algunos casos, en privaciones arbitrarias de la vida contra adolescentes y jóvenes afrodescendientes en comunidades en situación de pobreza y vulnerabilidad
República Dominicana
Una de las fuerzas corruptas más notorias de América Latina, la policía dominicana ha sido acusada de todo, desde corrupción menor hasta dirigir sus propias redes de narcotráfico.
En el informe de Derechos humanos de 2021, Estados Unidos aseguró que en los problemas significativos de derechos humanos se incluyen: asesinatos ilegales o arbitrarios por parte de las fuerzas de seguridad del gobierno; tratos o castigos crueles, inhumanos o degradantes por parte de la policía y otros agentes del gobierno; condiciones penitenciarias severas y que ponen en peligro la vida; detenciones arbitrarias; injerencia arbitraria a la privacidad; difamación criminal de periodistas particulares y violencia policial contra personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, queer e intersexuales.
Brasil
Brasil también tiene un gran problema con el uso excesivo de la violencia por parte de su policía militar de mano dura. Pero muchos de estos casos son investigados en tribunales especiales de la policía militar, lo que ha provocado que un gran número expire bajo el estatuto de limitaciones.
De hecho, según el último informe, Tras dos años de descenso, el número de homicidios aumentó casi 5 % en 2020.
Agentes de policía provocaron la muerte de más de 6.400 personas en 2020, el último año sobre el cual hay datos disponibles. Esta es la cifra más alta desde que existen registros, indicó la ONG Foro Brasileño de Seguridad Pública (FBSP).
Si bien algunas muertes por policías son en defensa propia, muchas otras son resultado del uso ilegal de la fuerza. Los abusos por parte de policías contribuyen a agravar un círculo de violencia que pone en riesgo la seguridad pública y también la vida de policías y del resto de la población.
México
En México, el crimen organizado ha permeado profundamente las instituciones policiales. Las fuerzas municipales son probablemente las más consumidas y en el pasado han actuado como escuadrones privados de sicarios para alcaldes con vínculos con las drogas.
Incluso, en un Informe de Derechos Humanos de Estados Unidos, se destacó que la policía estatal y local “Ha estado involucrada en secuestros, extorsiones y brindando protección a, o actuando directamente en nombre de, el crimen organizado y los traficantes de drogas”. Además, los policías que fallaron en los procedimientos de investigación se mantuvieron en servicio, agrega el informe.
Esta corrosión ha tenido repercusiones en la guerra contra las drogas de México, que se ha militarizado cada vez más, por la falta de confianza en la institución.