En América Latina hay decenas de volcanes activos, pero algunos de ellos son especialmente peligrosos, bien por su constante actividad o por su potencial destructivo en caso de una erupción.
En la lista de volcanes potencialmente peligrosos está el Popocatépetl, de México que tiene 5.452 metros de altura, uno de los dos volcanes más activos, y por tanto más monitoreados, de este país.
También conocido como ‘Popo’ o ‘Don Goyo’ está situado entre los estados de Puebla, Estado de México y Morelos, unos 70 km al sureste de la Ciudad de México, y una erupción mayor podría afectar unos 25 millones de personas.
En el segundo puesto sigue, le sigue el volcán de Colima, del mismo país azteca y es considerado el más activo de México, y en los últimos años ha expulsado humo y material incandescente.
Con 3.280 metros de altura, se ubica en los límites de los estados de Jalisco y Colima. En 2015 y 2016 su actividad, con una intensa nube de cenizas, obligó a evacuar a comunidades vecinas.
Desde 1994 empezó una fase de actividad con emisiones de lava y explosiones de ceniza, explica la BBC Mundo en un extenso informe.
Otros volcanes peligrosos
El volcán Turrialba, Costa Rica
El volcán Turrialba está ubicado en el centro del país, a unos 60 kilómetros de San José.
En septiembre de 2016 tuvo la erupción más grande de las últimas décadas, esparciendo una nube de ceniza por las localidades aledañas.
Desde ese momento ha presentado numerosas expulsiones de cenizas, gases y material incandescente.
El Volcán Galeras, Colombia
El Volcán Galeras, ubicado en el departamento de Nariño al sur del país, es el que presenta un mayor registro histórico de actividad con constantes expulsiones de humo y ceniza.
El Galeras tiene una antigüedad de 5.000 millones de años, su caldera registra una profundidad de 80 metros y su elevación es de 4.276 mts.
A partir de 1988, el Volcán Galeras presentó varias actividades eruptivas con pequeñas expulsiones de cenizas y piroclastos.
El 14 de enero de 1993 el volcán cobró la vida de nueve científicos que recogían muestras de gases en el cráter, como parte de las actividades del Taller Internacional sobre el Complejo Volcánico Galeras.
Debido a su constante actividad, el Gobierno colombiano ha considerado la reubicación de la población que vive en zonas aledañas al volcán.
Cotopaxi, Ecuador
El volcán Cotopaxi, de 5.897 metros de altura, se sitúa a unos 50 kilómetros al sur de Quito, la capital del país.
Aunque su última gran erupción tuvo lugar en 1887, en 2015 lanzó grandes nubes de cenizas y puso en alerta al país.
Desde entonces, es uno de los volcanes más monitoreados de la región, dice la BBC en una nota periodística.
Ubinas, Perú
Es el volcán más activo de Perú situado en el departamento de Moquegua, al sur del país y es vigilado constantemente por el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet)
Entre 2006-2009 registró su último período de alta actividad, con explosiones moderadas y expulsión de ceniza y humo.
Los gases tóxicos emanados durante las explosiones causaron daños importantes en las plantaciones cercanas.
A unos 70 km de este volcán se encuentra la ciudad de Arequipa, con cerca de un millón de habitantes, así como muy importante infraestructura cercana.
Villarrica, Chile
En Chile se calcula que, aproximadamente, hay cerca de 95 volcanes activos.
El de Villarrica, de 1.847 metros de altura y situado en la región de Araucanía, en una zona turística al sur del país, se considera uno de los más activos del país.
Tras 15 años sin registrar actividad importante, entró en erupción en marzo de 2015, arrojando ceniza y lava a más de 1.000 metros de altura y causando la evacuación de las comunidades aledañas.
Nevado del Ruiz, Colombia
El segundo volcán más peligroso de Colombia es el del Nevado del Ruiz que está entre los departamentos de Caldas y Tolima.
Según el Servicio Geológico Colombiano, el volcán del Ruiz, con 5.364 metros de altura, presentó su primera erupción hace 1,8 millones de años y, a partir de esa fecha, presentó una actividad sísmica constante con emisiones de ceniza.
El noviembre de 1985 el Nevado del Ruiz hizo erupción y produjo el segundo desastre volcánico más mortífero del siglo XX en el mundo.
La explosión generó una avalancha que arrasó con el pueblo de Armero, en Tolima, donde murieron unas 23.000 personas, de los 25 que viviían en ese lugar del país suramericano.