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Lo que nadie te cuenta de emigrar

Emigrar nunca es una opción fácil dejar a personas y  lugares atrás ​​siempre tiene un precio doloroso

La gente siempre ha estado en movimiento, por ende, la migración no es una catástrofe, ni es una invasión. A menudo, ni siquiera es una emergencia. A lo largo de la historia de la humanidad ha sido un fenómeno prácticamente inevitable. La migración es la medida contra la pobreza más antigua y efectiva de la historia, una respuesta humana natural a los desafíos y un facilitador de mayores oportunidades.

Al menos 244 millones de personas viven actualmente fuera de las fronteras de sus países de origen . Las personas optan por la migración para mejorar sus vidas, ya sea que eso signifique acceso a un mejor suministro de alimentos, acceso a un empleo más sostenible, oportunidades de educación o para salvar sus propias vidas y las vidas de sus familias.

Lamentablemente, los niveles de migración sin precedentes han llevado al creciente sentimiento anti-migrante a nivel mundial. Los migrantes encarnan la esencia del multiculturalismo, ya que son los puentes entre los países de origen, tránsito y destino.

El sentimiento anti-migrante también trajo consigo otro estereotipo negativo y falso: la criminalización de los inmigrantes. Muchas personas están dispuestas a criminalizar la ambición humana, el deseo de los padres de rescatar a su familia del peligro, la necesidad de reunión de las familias o el impulso de un joven para salir de la pobreza extrema, etc.

Sin lugar a dudas, la migración ha levantado una serie de paradigmas que parecen estar lejos de ser disueltos, y así mismo, aquellos que migran son los puntos receptivos de estos pensamientos colectivos, no es nada fácil tener que empezar de cero una vida en otro país, no es fácil adaptarte a nuevos contextos, a nuevas personas y a una nueva cultura y por supuesto, no es nada fácil sentir que no estás en tu tierra, con el apoyo de toda tu familia, conocidos y amigos.

Estos son algunos de los retos más grandes y una de las realidades más duras de la migración, ya que intrínsecamente requiere de un esfuerzo físico, emocional o psicológico, que puede ser de alto o bajo impacto dependiendo de la persona y de sus circunstancias específicas.

Finalmente, es determinante la conclusión de que los migrantes son un grupo particularmente vulnerable y ven sus derechos violados rutinariamente, no solo como trabajadores, sino como seres humanos. Comúnmente enfrentan discriminación y hostilidad xenófoba. Según la Organización Internacional para la Migración (OIM), los migrantes «son cada vez más blanco de acusación de toda clase de problemas domésticos que enfrentan las sociedades de hoy en día, particularmente el desempleo, el crimen, las drogas e incluso el terrorismo».

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