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Estas son las razones por las que deberías visitar Estambul al menos una vez en la vida

Estambul siendo la única ciudad del mundo ubicada en dos continentes Asia y Europa, se convierte en un lugar de contrastes único en su género. Con paisajes, comidas y dualidad cultural tiene todo para encantar.

Estambul se ha convertido en uno de los destinos más populares alrededor del mundo. Y es que ciertamente la ciudad turca tiene todo para encantar, su posición geográfica, paisajes espectaculares, una historia impactante y una cultura dinámica.

Incluso este lugar es tan particular, que te sumergirás en un universo de contrastes, pues Estambul, está entre dos mares, el Mar de Mármara y el Mar Negro; entre dos continentes, Europa y Asia; y entre dos mundos, el antiguo y el moderno. Y por si fuera poco, es en sí misma exótica y hermosamente caótica.

Si con todas estas características aún no te decides por comprar el tiquete a este viaje soñado, permítenos decirte que es además una ciudad bastante económica. Y aunque hay otros miles de motivos para llegar hasta aquí a ‘ojos cerrados’, en Q’ Pasa te contamos ocho razones por las que deberías visitar Estambul al menos una vez en la vida. 

Deleitarse con la gastronomía turca

Pescado, olivas, frutos secos, café… Hay una gran variedad de alimentos que definen la gastronomía turca.

Aunque el plato omnipresente que te vas a encontrar en todos los restaurantes va a ser el famoso kebab, una carne asada acompañada de verdura y/o patatas. Asimismo, la salsa de yogurt o el yogurt líquido (Ayran) acompaña todas las comidas y es un imprescindible en la cocina turca.

También están los Mezzes (o tapas), el sarma, que son las hojas de parra rellenas de arroz o carne. Eso sí uno de los paltos imperdibles son los famosos baklavas, el postre típico, que está compuesto de hojaldre, pistachos (o almendras) bañado en miel. O el lokum, es otro dulce cortado en cuadraditos y elaborado a base de azúcar, harina, pistachos, almendras o nueces. ¡No te arrepentirás!

Consentirte en un hammam

Uno de los mejores placeres de visitar Estambul es disfrutar del tradicional y auténtico baño turco: el hamman. El ritual de siglos de antigüedad es una experiencia muy relajante que podrás encontrar por todos lados ya que hay un montón de ellos en todas las calles.

Ir a uno de estos lugares es un auténtico placer, pues aquí te exfoliarán la piel, te darán un masaje y hasta incluso algunos te incluyen el lavado de cabello. Son un lugar creado para combinar la limpieza del cuerpo y la relajación, aunque también cumplen una función social y cultural, por lo que es perfecto para un momento de relax después de caminar por la ciudad.

Disfrutar de unas buenas compras

Gran Bazar

Desde populares mercados al aire libre, bazares, talleres de alfombras y kilim, talleres de trabajo de cobre, tiendas de antigüedades y artesanías, hasta tiendas de diseñadores, tiendas tradicionales, modernos grandes almacenes y centros comerciales; Estambul tiene todo para cada presupuesto y estilo.

Pero definitivamente, El Gran Bazar es una experiencia única y una aventura de compras. Una serie de calles cubiertas cuentan con más de cuatro mil comerciantes, todos vendiendo sus productos y mercancías. Aquí puedes encontrar cualquier cosa, desde especias, frutos secos, cestería, cortinas, mercería, botas y zapatillas hasta joyas de oro y plata.

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Adentrarte en la Cultura y el arte musulmán

Una de las principales razones para visitar Estambul es tener un encuentro cercano con la cultura y la tradición del Islam.

Con más de 3.000 mezquitas, la llamada a orar a los minaretes 5 veces al día, y personas usando ropa y sombreros musulmanes tradicionales, sientes la fuerte identidad musulmana de la región.

Sin embargo, en general, las costumbres religiosas aquí son mucho más permisivas que en los países árabes, y las únicas reglas impuestas a los turistas se refieren a la entrada a las mezquitas sin zapatos y con los brazos y las piernas cubiertos.

Quedarás impresionado por la riqueza del espectacular arte islámico en las mezquitas: las fascinantes baldosas cerámicas, mosaicos, hermosos diseños geométricos y las infinitas cúpulas de las mezquitas.

Pasarla bien entre terrazas y nargile

Las terrazas en azoteas de Estambul, en los que te sientas rodeado de coloridas almohadas al aire libre en las suaves noches de verano, son una experiencia que recordarás para siempre.

Allí podrás probar el nargile, una práctica ya bastante internacionalizada que consiste en una tubería con las esencias que prefieras, las cuales son extremadamente populares en Turquía. Con esto podrás hacer que las noches sean aún más exóticas.

Admirar sus famosos iconos como Santa Sofía y la mezquita azul

Interior de la Mezquita Azul

Aya Sofya o Santa Sofía significa en turco santa sabiduría de Dios. Y es que, aunque aparentemente parezca una mezquita, anteriormente fue una catedral ortodoxa y hoy en día es uno de los edificios más importantes de la historia de Estambul.

Este lugar que desde hace unas décadas es también un museo, tiene su interior bellamente ornamentado, decorado con detalles de caligrafía islámica y mosaicos cristianos. Sin duda, este famoso edificio da muestra de los contrastes religiosos en la ciudad.

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Mientras tanto, justo al frente se encuentra la mezquita azul, una mezquita con múltiples domos, que representan el símbolo distintivo del pasado otomano de la ciudad.

Construida durante los tiempos del imperio y es frecuentada por devotos cada día. La estructura toma su nombre de los azulejos blancos y azules usados para decorar la mezquita entera, dispuestos estratégicamente creando fascinantes diseños florales.

Las vistas de la ciudad desde arriba

También puedes tener una vista espectacular de la ciudad subiendo a la Torre de Gálata. Esta fue construida en 1348 para proteger la ciudad al otro lado del Cuerno de Oro te dejará impresionado por las perspectiva que brinda de Estambul.

La torre cuenta con 9 pisos y aproximadamente 60 mts de altura, los genoveses en su paso por Constantinopla decidieron construirla en piedra y la llamaron la Torre de Cristo, sustituyendo a una que fungía como faro de madera, construida por el Emperador Anastasius en el año 507 aproximadamente.

Dar un paseo en barco por el Bósforo

Puerto de salida para recorrido por el Bósforo

Sin duda alguna, esta es una de las razones más poderosos y populares por las que visitar Estambul. Este estrecho de 30 kilómetros de largo que atraviesa la ciudad y separa los dos continentes, Asia y Europa, así como Mármara y el Mar Negro, es una de las formaciones naturales más hermosas y encantadoras del mundo.

Viajar en barco a través de él te permitirá admirar las vistas de las siete colinas de Estambul con múltiples minaretes de las mezquitas de la ciudad. Además, en el trayecto que hacen desde el muelle de Eminönü hacia el norte vas a ver murallas, torres, palacios y casas de gente adinerada.

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